SOCIEDAD
“Es posible que el clon humano sea parte de un engaño elaborado”
El periodista comisionado para verificar el anuncio de los raelianos renunció a la tarea porque se impidieron los exámenes.
La confirmación de la anunciada clonación humana por parte de una empresa vinculada a la secta de los raelianos parece cada vez más lejana y echa más dudas sobre el procedimiento. Ayer, el periodista estadounidense Michael Guillen, designado para supervisar las pruebas de ADN de la beba bautizada como Eva, anunció que suspendió el “proceso de verificación”, al no poder acceder el equipo de científicos que llevaría adelante los exámenes reveladores a la presunta familia de la criatura. Guillen, incluso, consideró “totalmente posible que el anuncio de Clonaid sea parte de un engaño elaborado, dirigido a atraer publicidad sobre el movimiento raeliano”. Casualmente, las madres de la segunda niña supuestamente clonada tampoco están dispuestas a someterse a un test genético, según informó Bart Overvliet, director de Clonaid en Holanda.
El 27 de diciembre, día del espectacular anuncio mundial, Brigitte Boisselier, directora científica de Clonaid y obispo de la secta, prometió que en poco más de una semana estarían disponibles los estudios genéticos que podrían confirmar el nacimiento del primer clon humano. Todavía no mostraron ninguna prueba. El sábado, además, se conoció que el gurú de los raelianos, el ex periodista deportivo francés Claude Vorilhon, pidió a Clonaid que no realizara los exámenes de ADN, a causa de una demanda presentada en tribunales de Florida, Estados Unidos, por la cual Eva podría ser puesta bajo custodia judicial.
“Esta mañana suspendí el proceso de verificación independiente diseñado para determinar si había nacido un bebé clonado”, dijo Guillen en un comunicado de prensa. “El equipo de científicos no ha tenido acceso a la presunta familia y, por ello, no puede verificar de primera mano la afirmación de que se ha clonado un ser humano”, agregó. “En otras palabras, es incluso totalmente posible que el anuncio de Clonaid sea parte de un engaño elaborado dirigido a atraer publicidad sobre el movimiento raeliano”, concluyó. La vocera de Clonaid, Nadine Gary, se mostró sorprendida por el anuncio. “No estoy al tanto” de la suspensión, afirmó.
El caso está rodeado de sospechas. Al ser designado para supervisar las pruebas, Guillen, ex editor de ciencia de la cadena norteamericana de televisión ABC, había dicho que no tenía conexión con Clonaid. Pero el domingo, el diario New York Times publicó que varios meses atrás el periodista intentó vender una cobertura exclusiva del primer bebé de Clonaid a las principales cadenas de televisión, entre ellas CNN, ABC, NBC y CBS. En el comunicado de prensa de ayer, Guillen se defendió afirmando que ha estado interesado en hacer un documental sobre la clonación humana que incluiría el trabajo de Clonaid. También precisó que está cubriendo a “los principales actores” de la clonación humana desde que fue anunciada la clonación de la oveja Dolly en 1996.
Tras el anuncio, el fin de semana, del nacimiento de una segunda beba clonada –supuesta hija de una pareja de lesbianas holandesas– creció el escepticismo en la comunidad científica internacional. Cada vez son mayores las dudas en torno de la veracidad de la clonación humana dada a conocer por la firma vinculada con el principal grupo ufológico del mundo. Más aún después de que el titular de Clonaid en Holanda informara ayer que las flamantes madres del segundo clon no aceptan someterse a exámenes genéticos. En contradicción con una declaración suya anterior, Overvliet aclaró que la criatura no nació en ese país, pero no quiso precisar dónde fue realmente el alumbramiento.
“Clonaid se adjudica dos nacimientos, pero todavía no brindó ninguna evidencia de que algún bebé exista, ni evidencias de exámenes de ADN y hasta ahora, en consecuencia, no hay ninguna razón para creer que eso no es otra cosa que una larga mentira publicitaria”, opinó el científico Harry Griffin, del Instituto Roslin de Escocia, donde fue clonada Dolly. El académico ruso y director del centro ruso de bioingeniería Konstantin Scriain estimó que es imposible que un bebe clonado goce de buena salud. Para Alta Charo, experta en bioética de la Universidad de Wisconsin, losraelianos están tomándole el pelo al mundo. “Así no se hace la buena ciencia. Esto es un circo para los medios de comunicación”, declaró Charo. “Clonaid afirma un montón de cosas que aún no fueron ni publicadas ni probadas en el ámbito científico”, coincidió el experto en genética y biología molecular, profesor Geraedts, de la Universidad de Maastricht. También Geraedts sospecha de una operación de marketing: presume que la empresa quiere conseguir potenciales clientes que estén dispuestos a desembolsar los 200.000 dólares que aparentemente cuesta traer un niño clonado al mundo.