SOCIEDAD
La pista que prefiere la familia García Belsunce
La policía sigue la hipótesis de los íntimos, pero también analiza a un vecino. De qué se trata la versión que más gusta a los Belsunce.
Por H.C. y R.K.
Aunque la pista principal sigue orientada hacia la familia García Belsunce, tal como adelantó ayer Página/12, en las últimas 48 horas funcionarios policiales volvieron a echarle la mirada a un vecino del country, Nicolás Pachelo, como sospechoso de haber tenido alguna relación con el crimen. Según la Bonaerense, Pachelo heredó su casa en el Carmel a raíz del supuestamente extraño suicidio de su padre, tiene causas penales, estuvo detenido por tenencia de estupefacientes y, sobre todo, no aparece como sólida su coartada del día del crimen, ya que dijo haberse ido del country pero su salida no aparece registrada. Pachelo niega terminantemente cualquier relación con el crimen, va a pedir la exhumación del cuerpo de su padre para desmentir las versiones escabrosas sobre el suicidio y alega que la causa por tenencia de estupefacientes se la armó un policía bonaerense en un operativo rutero.
–Si ustedes consideran que la familia tapó el crimen ¿por qué los García Belsunce hubieran encubierto a alguien tan ajeno a ellos como Pachelo? –le preguntó este diario a uno de los investigadores policiales.
–No lo sabemos. Eso es lo que no nos cierra de la pista Pachelo. Pero el personaje encaja en el tipo de crimen, básicamente porque tiene indicios de desequilibrio, ya que tuvo la causa por drogas, lo del suicidio del padre es raro y su coartada es más que débil –respondió el investigador. Después de unos segundos especuló: “Tal vez la familia García Belsunce tapó todo pensando que el asesino fue otro”. De todas maneras, es evidente que los hombres de la Bonaerense no impulsan demasiado esta pista que, en cambio, es una de las predilectas de la familia.
En la tarde de ayer, en diálogo con el programa “El Exprimidor”, Pachelo salió a refutar parte de los elementos con que lo imputan:
- Es cierto que mi egreso del country no aparece registrado. Yo salí poco después de las 18 –María Marta murió cerca de las 19–, pero lo hice con el auto de mi esposa. Ella perdió la tarjeta magnética en un terrible accidente que tuvo a mediados de año y en el que resultaron heridos e internados mis dos hijos. Pero hay un ticket de un negocio del Paseo Alcorta de las 19.40 que prueba que hicimos una compra allí a esa hora. Se pagó con la tarjeta de mi madre, pero me dicen que el Paseo Alcorta tiene guardadas las imágenes de las cámaras de seguridad, de manera que allí debo aparecer.
- Mi padre se suicidó cuando yo tenía 18 años y con un tiro en la sien. Voy a pedir la exhumación del cuerpo para contestarle a todos los que dicen que tenía dos tiros en la nuca. Eso es mentira y así quedó establecido en la autopsia que se hizo en ese momento, en el que no hubo encubrimiento alguno, como ahora.
- Es cierto que me hicieron una cama con unos palos de golf que se robaron en el club y que yo aparecí ofreciendo en un negocio de deportes. Insisto, es una cama, y estamos terminando los trabajos de investigación para demostrar que me hicieron una trampa y quién la hizo.
- También es cierto que tuve una causa por tenencia de droga, pero fue en un control rutero cuando no acepté darle una coima a un policía. Me tiró dentro del auto un sobre que, igualmente, después se demostró que era de azúcar y yerba.
Los investigadores policiales que hablan de Pachelo sugieren que tal vez entró a robar a la casa de María Marta, lo sorprendieron y le disparó. El niega todo. Lo concreto es que la Bonaerense lo está investigando. No es la línea central de la pesquisa, sino una variante más. Al menos por ahora los policías insisten en que la estrategia clave pasa por detener al marido de María Marta, Carlos Carrascosa, y a Guillermo Bártoli, el cuñado, a quienes consideran la cabeza de la operación con la que se tapóel crimen. Con esas detenciones, presionando sobre el encubrimiento, los policías creen que se encontrará la verdad del asesinato.