Fue, hasta que se demuestre lo contrario, “un accidente doméstico”. Así definió el oficial de turno de la comisaría quinta de Villa Fiorito lo que ocurrió con Fátima Guadalupe Catán, de 24 años, quien fue llevada por su novio el miércoles pasado a la guardia del Hospital Evita, con el 85 por ciento del cuerpo quemado. Para la directora de ese centro médico y los familiares de la joven no se trató de un accidente, sino de un caso de “violencia doméstica”. Hasta que ella no declare, la única versión es la de su pareja, como ocurrió con el caso de Wanda Taddei, la esposa del baterista de Callejeros. Según él, Catán estaba limpiando CD con un pedazo de algodón y alcohol, encendió un cigarrillo y se prendió fuego.

“Me parece que sería trascendente considerar la instancia de violencia que existió en esta mujer y éste es un tema que nos viene preocupando cada vez más, cómo es la evolución de estas mujeres, el porcentaje de muertes que se produce en estos casos de agresión, no sólo física, sino a veces sexual y psíquica”, dijo ayer por la mañana María del Carmen Vivera, directora del Hospital Evita. Horas después, cuando los médicos lograron estabilizarla, la joven fue trasladada en helicóptero al Hospital San Martín, de La Plata, especializado en el tratamiento de pacientes quemados.

Los familiares de Catán aseguraron que se trató de un intento de asesinato porque la joven había terminado esa relación de tres años hacía poco. “Insistía en que volviera con él, pero la maltrataba continuamente y era muy celoso”, dijo Elsa Jerez, la madre, quien aseguró que el hombre de 32 años arrojó alcohol sobre la ropa de la joven y la encendió. “Mi hija tiene la parte de adelante toda quemada, está entubada, tiene un veinte por ciento de vida y un ochenta por ciento de muerte, eso me dijo el doctor”, contó Elsa, antes de deslizar la posibilidad de que la joven esté embarazada porque tenía “un retraso”.

La titular de la UFI 6 de Lomas de Zamora, Andrea Nicoletti, no dispuso la detención de la pareja de Catán ni su indagatoria. Sin embargo, el hombre declaró en la comisaría 5ª de Fiorito el mismo miércoles, cuando le dieron el alta por las quemaduras que sufrió en los brazos supuestamente cuando trataba de ayudarla, tal como declaró en su momento Eduardo Vázquez, el ahora ex baterista de Callejeros. Nicoletti ordenó que se requisara la casa de la mujer, en Murature al 600, en Villa Fiorito, Lomas de Zamora; una pericia sobre las quemaduras del hombre y también que declaren los médicos que la atendieron en la guardia de Hospital Evita.

“Los médicos por acá no pasaron todavía”, contó el oficial de turno de la comisaría 5ª. “Nosotros actuamos de oficio, antes de que los familiares hagan la denuncia. Por ahora, más allá de lo que haya dicho la directora del hospital, nadie sabe qué pasó. Ni nosotros lo sabemos y eso que investigamos el caso. El hombre no tiene antecedentes penales y no hay denuncias por violencia o maltrato en ninguna comisaría de la zona, aunque todavía falta comprobar en otros distritos”, agregó.

El último informe médico detalló el porcentaje de las quemaduras que tiene Catán. El 50 es intermedia, el 25 es muy grave y el 10 leve. “El estado general de la paciente es muy malo, está con asistencia respiratoria mecánica e inestable hemodinámicamente. La parte más comprometida es la cara, la región anterior del cuello, el tórax, el abdomen, parte de miembros inferiores y el antebrazo”, explicó Perla Balbidares, coordinadora de terapia intensiva del Hospital San Martín.

La paciente, informó la médica, necesita de drogas más activas para mantener la presión arterial y el hecho de que precise un respirador “trae complicaciones desde el punto de vista infectológico”. Su novio, o ex según los familiares, figura en la causa como testigo, aunque ayer Jesús Catán, padre de la joven, aseguró que “estaba borracho, con varios litros de alcohol porque volvió de un asado y seguramente le pegó y la tiró afuera”. “Igual, a mí me dijeron que hasta que no hable mi hija no lo pueden detener”, dijo el hombre.