SOCIEDAD › LA RELATORA DE LA ONU, LA ABOGADA NIGERIANA JOY NGOZI EZEILO, SOSTIENE QUE LA CORRUPCIóN POLICIAL ES PARTE DEL PROBLEMA
En su visita al país, y antes de partir a Uruguay, Joy Ngozi Ezeilo hizo un diagnóstico muy crítico sobre el estado de la trata en el país. La corrupción de las fuerzas de seguridad y la falta de protección a víctimas y a investigadores, entre los mayores problemas.
› Por Mariana Carbajal
La trata de personas “está aumentando en magnitud”, tanto para explotación laboral como sexual en Argentina: “Claramente se ha convertido en país de destino y en menor medida de origen y tránsito”. Esta fue la primera conclusión de la Relatora Especial sobre Trata de Personas de la ONU, la abogada nigeriana Joy Ngozi Ezeilo, al finalizar ayer una visita de seis días al país. Entre sus recomendaciones, pidió que el Congreso en forma “urgente” reforme la ley antitrata para evitar que las víctimas mayores de edad tengan que demostrar que no dieron su consentimiento y se aumenten las penas a los autores del delito. Y exhortó al Gobierno a poner en marcha un plan nacional contra la trata “coordinado”, a destinar más recursos para enfrentar el problema, a capacitar a las fuerzas de seguridad y a crear un fondo especial para indemnizar a las víctimas. “El Gobierno debe demostrar un compromiso serio” y promover “tolerancia cero a la corrupción de los funcionarios”, sostuvo Ezeilo.
En conferencia de prensa, poco antes de partir rumbo a Uruguay, la funcionaria de la ONU dio un informe preliminar de su misión oficial. Su diagnóstico fue muy duro: manifestó su preocupación por la “impunidad” con la que la trata tiene lugar en el territorio nacional, por la “poca capacidad” para combatirla, por “los abusos espantosos que sufren las víctimas” y por la “corrupción” de la policía y otros miembros de las fuerzas de seguridad que “están directamente involucrados en implementar medidas contra este delito, especialmente a nivel provincial, donde reciben coimas y colaboran ilegalmente con tratantes”, describió.
Ezeilo ofreció una rueda de prensa el viernes en un hotel ubicado frente a la Plaza San Martín, en el barrio porteño de Recoleta. Vestía un conjunto colorido, exótico a los ojos latinos, y la cabellera azabache completamente peinada con trencitas. Es abogada, especializada en derechos humanos y profesora de la Universidad de Nigeria. Asumió como Relatora Especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre la trata de personas, especialmente mujeres, niñas y niños, el 1º de agosto de 2008. Esta, aclaró, fue su primera visita a un país de Latinoamérica. En el marco de la misma gira, visitará esta semana Uruguay. Durante la misión fue recibida por el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Julio Alak, y por funcionarios de menor rango de Desarrollo Social, Cancillería y Trabajo. También se reunió con integrantes de organizaciones de la sociedad civil, que trabajan contra la trata, con académicas y abogados. Estuvo en Buenos Aires y en Posadas, Misiones. Ezeilo anunció que en junio del año próximo presentará su informe final sobre la situación de la trata en la Argentina en el Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra. Pero adelantó, con mucho detalle, sus conclusiones y recomendaciones “preliminares”.
–¿Por qué cree que está aumentando la trata en el país?
–Estoy aquí para investigarlo. El fenómeno de la trata es muy dinámico. Ahora Argentina es un país receptor, de destino, y eso se demuestra porque cada vez vienen más personas de Bolivia, Perú, Paraguay, Uruguay y República Dominicana, particularmente por la situación económica. En general estamos en una crisis económica internacional que empuja el aumento general de la trata. Si hay un país vecino con mejores condiciones, pues ahí quieren ir muchas personas a buscar una oportunidad. Es ahí cuando caen en los engaños de gente que aprovecha la situación y contrata con falsedad a mujeres y niños para la prostitución.
Ezeilo cuestionó la falta de “coordinación” entre los niveles federal y provincial para combatir el fenómeno en la Argentina y también criticó los recursos “insuficientes” que se destinan para enfrentarlo. Observó que se “subestima” la trata interna, es decir, la captación, especialmente mujeres y niños, que viven en una zona del país para llevarlos y explotarlos en otra. “A menudo las víctimas están escondidas en la comunidad y en sectores informales de la economía, en particular en el trabajo sexual, agrícola y en las industrias pesqueras, textil, de zapatos y en la construcción”, apuntó. En ese sentido, opinó que es “necesario” que haya “inspecciones laborales” que detecten los casos de explotación laboral y al mismo tiempo se debe “sensibilizar” a las comunidades migrantes sobre el problema. Entre sus recomendaciones al Gobierno, indicó la importancia de incorporar la temática en todos los niveles de la educación, para concientizar a alumnas y alumnos.
La Relatora Especial destacó como un avance importante la sanción en 2008 de una ley para combatir, sancionar y erradicar la trata de personas, pero hizo especial hincapié en la urgencia de modificarla a fin de brindar mejor protección a las víctimas mayores de 18 años y elevar las penas a los tratantes. Actualmente, las víctimas mayores tienen que demostrar que no dieron el consentimiento para caer en una red de trata, un punto que dificulta la persecución del delito. Hace tres semanas las comisiones de Legislación Penal y Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de la Cámara de Diputados firmaron un dictamen de mayoría que avanza en ese sentido, aunque el texto acordado entre legisladores de la oposición y el oficialismo no conformó del todo a las ONG que trabajan en el tema. El proyecto de reforma ya está en condiciones de tratarse en el recinto (ver aparte).
Durante la descripción de su diagnóstico, Ezeilo cuestionó la “falta de refugios apropiados” para asistir y brindar protección a las víctimas y la “protección insuficiente” tanto para ellas como para los testigos “antes y después” de los juicios contra los tratantes. También consideró que “no está garantizada la seguridad de las personas que trabajan contra la trata”. Y pidió que haya “programas de asistencia a las víctimas en todas las provincias”. “Es necesario crear un organismo federal para coordinar las acciones” en todo el país, indicó. Destacó, por otra parte, como avances, la creación de una unidad especial contra la trata en la Procuración General de la Nación, la Ufase, y también la Oficina de Rescate y Acompañamiento de Personas Víctimas de Trata, que depende del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. “Lo que más me sorprendió es la cuestión de las víctimas de la trata, que me han contado los espantosos abusos que han sufrido. Eso me enoja muchísimo y me da fuerza para redoblar los esfuerzos en esta lucha por erradicar este horrendo crimen”, expresó.
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