SOCIEDAD › PREGUNTAS Y RESPUESTAS EN UNA CHARLA DE CAPACITACIóN
Qué pasa si la persona no quiere ser censada. Y en un hotel alojamiento, ¿hay que ir habitación por habitación? Los aspirantes a censistas plantearon sus dudas y recibieron indicaciones. La clave, consultar al jefe de radio.
Desde un costado del público, un hombre, aspirante a censista, preguntó: “¿Qué pasa con los albergues transitorios?”. Del otro lado del auditorio, el capacitador explicó que esos lugares van ser censados como locales “no construidos para habitación”, es decir, que si están abiertos el día del relevamiento, se censará a quien esté presente, haya pasado la noche del martes 26 al miércoles 27 en ese sitio y, no vaya a ser censado en otra parte, como por ejemplo un conserje. “Pero, no hay que ir habitación por habitación, ¿no?”, insistió el hombre sin dejar en claro si se trataba de una inquietud seria o simplemente, de una broma. El capacitador se limitó a responder negándolo con la cabeza, pero de todas maneras, el público no pudo evitar algunas risas discretas. Uno de los puntos de la capacitación para censistas sobre el que se generaron más interrogantes fue qué ocurre si el censado no pasa la noche anterior al relevamiento en el lugar donde vive, o si no encuentra a la persona, por ejemplo. “La regla general es que se censa donde se pasó la noche. Por eso es que el próximo 27 es feriado nacional, para que la gente no tenga que movilizarse”, repitió el capacitador. Fue durante una de las jornadas de instrucción para el Censo 2010 que se realizó en el Ministerio de Economía. “Queremos una fotografía y buscamos que salga lo menos movida posible”, destacó.
El Ministerio de Economía también va a estar preparado para censar. Es que desde el martes último y hasta el lunes inclusive se están realizando capacitaciones, de cuatro horas, a todos los empleados administrativos de esa cartera, en dos turnos y simultáneamente en cinco salas. El propósito es prepararlos para el caso que haya bajas en los equipos de censistas, como reemplazo de los titulares, explicó a Página/12 Victoria Lorenzo, una de las capacitadoras de la cartera. Del total de concurrentes, alrededor de 80 personas que asistieron ayer a la capacitación en el microcine del Ministerio de Economía, ninguno sabía a ciencia cierta si le iba a tocar ser censista el próximo miércoles 27. “Son como una suerte de bomberos”, explicó Rubén Nigita, el capacitador, ante la insistencia de la sala, que preguntaba hasta qué hora podían ser convocados para ir a censar. “Puede ser el martes a la noche, o incluso el mismo miércoles”, respondió el capacitador. La convocatoria, incluso, puede ser para cubrir alguna zona de la ciudad de Buenos Aires o del conurbano bonaerense, aclaró Roxana Cuevas, la coordinadora de diseño conceptual del censo. La capacitación avanzaba en medio de instrucciones muy técnicas, rigurosas y específicas acerca de cómo completar el cuestionario y las diversas planillas que lo acompañan. También, el ritmo pausado del encuentro y la especificaciones apuntaban a no dejar baches que permitan distintas interpretaciones sobre el cuestionario. Todo se desarrollaba paso a paso. Las preguntas, acotaciones y algunas humoradas del público permitieron distender un clima que requería atención y concentración. Pese a la seriedad del tema, el capacitador llevó la jornada en forma animada y paciente a la vez. Nigita y Cuevas no dejaron ningún detalle de la encuesta y del procedimiento librado al azar.
En el fondo de la sala, se escucha la voz de una mujer: “¿Qué sucede si la persona no quiere ser censada?”, a lo que el capacitador responde que se da aviso al jefe de radio –que supervisa y controla la tarea del censista– para que se acerque hasta el domicilio a hacer la tarea. Y en caso de no encontrarse nadie en el domicilio en la primera visita, se pasa posteriormente dos veces más por el lugar. “¿Si nos toca censar alguna institución pública?”, se alcanzó a oír en medio del auditorio. “Se marca como vivienda colectiva”, es decir que será censada por otras personas capacitadas para ese tipo específico, contestó Nigita. “Y si tengo una persona que habla otro idioma, ¿qué hago?”, consultó preocupada una aspirante a censista. Como éstas, otras situaciones fueron surgiendo durante el encuentro. Ante estas cuestiones, Cuevas dio una respuesta general: “Cualquier situación irregular que se presente, deben comunicarse con el jefe de radio, consultarlo y derivarle el caso”.
Tanto Cuevas como Nigita resaltaron la importancia de repasar el manual del censista porque “cuanto más claro tengan el procedimiento, más rápido y efectivo se hará el trabajo”. También es fundamental que el texto de instrucción acompañe al censista en el recorrido. Al finalizar el encuentro y luego de aclarar una catarata de dudas, Nigita señaló que “es muy normal que se presente esta cantidad de interrogantes, que tienen que ver con la ansiedad por hacer las cosas bien”.
Informe: Rocío Ilama.
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