SOCIEDAD › VANESA, LA NENA QUE CAYó AL POZO, SE ENCUENTRA MUY BIEN DE SALUD
La pequeña sigue internada en un hospital de Florencio Varela, pero sólo en observación. Tiene algunas lastimaduras y ningún problema serio. Ayer fue visitada por la Presidenta, que le llevó una muñeca de regalo. Hoy ya le darían el alta.
› Por Emilio Ruchansky
A medida que el ministro de Salud bonaerense respondía las preguntas de Página/12, iba creciendo su asombro por la suerte de Vanesa, la nena de tres años que se cayó en un pozo de 30 centímetros de diámetro y quedó trabada a 20 metros de profundidad. “Pensamos que la caída fue progresiva por la forma del pozo, lo que le permitió resguardar el esqueleto”, dijo Alejandro Collia. ¿Quedó herida? “No tiene ninguna fractura ni torcedura, sólo una escoriación en el brazo derecho.” ¿Una escoriación no es una raspadura? “Sí, fue una situación altamente positiva”, dijo el ministro y sonrió. “Igual fue muy traumático”, agregó serio. Collia escoltó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hasta la salida del hospital El Cruce, en Florencio Varela, donde le darían el alta hoy mismo a Vanesa.
El director del hospital, que fue inaugurado por el matrimonio Kirchner en 2007, contó ayer que la niña de 12 años pasó de la terapia intensiva pediátrica, adonde entró ayer a primera hora tras salir del pozo, a terapia intermedia. “No tiene comprometido ningún órgano vital, está en observación. Todavía no pasaron las primeras 24 horas. Más allá de que su cuerpo esté bien, el traumatismo no es sólo físico”, explicó el profesional. Al su lado, el ministro sintetizó la idea: “Está un poco conmocionada por el susto, todavía”.
Dentro de la sala de espera, sentada con sus hijos, estaba María Dolores, la tía de Vanesa, que anoche iba a quedarse despierta mientras Claudia y David Mamani volvían a descansar al rancho que le alquilan a un tío de él donde cultivan hortalizas, en el barrio Los Pilares, en la localidad de La Capilla. Según la tía, Vanesa relató que vio sapos y hasta víboras en ese pozo de riego en de-suso, al que cayó el martes a las 17.30. “Yo creo que eso se lo imaginaba porque estaba todo oscuro”, comentó María Dolores a este diario. “Estaba muy shockeada cuando llegó acá, les decía a los padres: ‘Yo lloraba mucho y ustedes no me sacaban’.”
La tía también contó que, por la mañana, Vanesa no estaba yendo al baño, pero se curó de inmediato, cuando los médicos le advirtieron que tenían que colocarle una sonda. “Se fue corriendo al baño”, dijo la mujer entre risas. Para ella, la niña quedó físicamente intacta porque el pozo no era totalmente recto y el cuerpo se fue trabando hasta quedar atorado.
Luego de casi seis horas de intentos, cuando ya se estaba evaluando la idea de hacer un pozo parelelo, la madre logró que la niña comprendiera que tenía que ponerse el arnés. “Le dijo: ‘Ponete la soga como te ponés la mochila para ir a la escuela’”, aseguró María Dolores.
“A mí no me hacía caso”, reconoció afuera del hospital su padre, oriundo de Potosí, Bolivia, rodeado de familiares. Estaba hasta el bisabuelo de la nena. Claudia, que es jujeña, se quedó en el cuarto con su hija desenvolviendo los regalos que trajeron la Presidenta, el gobernador Daniel Scioli y otros ministros que estuvieron ayer. El hombre repetía, como un mantra, sus agredecimientos: “Primero doy gracias a Dios porque soy evangélico. Pero también doy muchas gracias a todos los que trabajaron para sacar a mi hija con vida, a los policías, a los bomberos, al gobernador Scioli, a los ministros y al intendente de Florencio Varela”.
La Presidenta pasó por el hospital alrededor de las 18, antes de ir a un acto de lanzamiento de la Universidad Nacional Arturo Jauretche en Florencio Varela (ver página 6). Vestida de negro y con anteojos oscuros, entró en la habitación con una enorme caja forrada de rojo. Adentro estaba la casita de la Barbie que le regaló luego a Vanesa. También le dio unos bombones a Claudia y a David Mamani, a quienes abrazó fuerte. “La vimos muy emocionada, David también estaba emocionado, se puso a llorar. Cristina preguntó cómo había pasado todo, de qué trabajaban ellos y si necesitaban algo”, comentó la tía de Vanesa.
Afuera, un pequeño grupo de vecinos y de militantes del Movimiento Evita despidieron a la Presidenta, mientras el ministro de Salud bonaerense informaba que Vanesa ya no tenía puesto el cuello ortopédico y que la había notado “despierta, lúcida y participativa”. A su lado, Medina, el director del hospital, daba explicaciones para entender lo asombroso del caso. “Los niños tienen mucha resistencia a los golpes y son mucho más plásticos que los adultos”, aseguró.
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