Las bicicletas podrían dejar de ser usadas principalmente como recreación para convertirse en un modo eficaz y práctico de transporte en las grandes urbes. La propuesta es promover un sistema sostenible que amplíe las posibilidades que otorga el alquiler automático de bicicletas (bike sharing) –que se utiliza en ciudades europeas– y suma las millones que las personas tienen en sus hogares. El ingeniero argentino Pedro Kanof, impulsor del bike sharing, advirtió que la bicicleta como medio de transporte necesita infraestructura para desarrollarse. Entonces, presentó un sistema de estacionamiento para bicis que “va a catalizar un fenómeno de cambio social, modificará el comportamiento de la gente y facilitará que usen sus bicicletas privadas”. El uso masivo de las dos ruedas podría dejar atrás las congestiones de vehículos y, además, ganarse un lugar en las opciones de transporte para los ciudadanos.

“La tecnología ayuda a producir cambios sociales”, aseguró Kanof, presidente de Kanof Mobility Solutions, en las oficinas del Banco Mundial en Argentina. La mayoría de la población vive en áreas urbanas, por lo que se busca “minimizar efectos negativos sobre la calidad de vida y el ambiente producido por el transporte automovilístico”, explicó. Entonces, las bicicletas se presentan como una posible solución: las estadísticas de ventas indican que en casi todas las ciudades, al menos una de cada cuatro personas posee una.

Al bike sharing, método de alquiler que se utiliza en alrededor de 600 ciudades del mundo, Kanof sugiere sumar el uso de las bicicletas privadas y desarrollar infraestructura para el nuevo medio. En este sentido, el especialista propone la creación de estacionamientos para todo tipo de bicicletas –el sistema acepta las de alquiler y privadas– en las ciudades. Estos espacios cubiertos poseerían un sistema electrónico que sujeta la bici y un sistema de alarma para evitar robos. De ese modo, se garantiza la seguridad, uno de los factores por lo que se estima no se usan las bicicletas. Los “parqueos” –cubículos transparentes y abiertos– “son fáciles de montar y desmontar en 90 minutos”, contó el especialista.

El sistema además contempla el uso de una llave electrónica que permite la identificación del chip que posee la bicicleta con la toma (un arco que se levanta del piso) en el área de estacionamiento. Incluso, estos “parqueos” funcionan con un sistema electrónico, que permite reservar un espacio en un determinado lugar a una cierta hora o alquilar una bicicleta a través de Internet o teléfono. Así, con un abono mensual los ciclistas pueden dejar alojadas las bicis.

Por otra parte, la seguridad física del ciclista se va a producir, porque cuando “hay infraestructura, las personas la utilizan”, explicó. Con las calles inundadas de bicicletas, esa seguridad sube: “Es posible que no se vea un ciclista, pero si hay 50 no puedo decir que no los vi”. El sistema produciría un cambio en el comportamiento.

“La implementación de cientos de estas áreas catalizará un fenómeno de inundación de las calles de bicicletas”, contó. Entonces, se generaría cambios en el urbanismo. Incluso, con menos autos en las calles, menos dióxido de carbono en el aire, se contribuiría al cuidado del ambiente. Y la bicicleta sería otra alternativa para dejar la vida sedentaria. Ya hay negociaciones para instalarlos en algunas ciudades europeas.

–¿El uso masivo de bicis implica un cambio de mentalidad en la sociedad?

–La idiosincrasia no es permanente ni eterna, resulta y cambia con las circunstancias. Estoy convencido de que la tecnología muchas veces ha producido cambios importantes en los estilos de vida de las personas. Esta infraestructura tiende a catalizar un cambio en el comportamiento de la gente. Es un proceso lento.

–¿De esa forma la bicicleta podrá ser un nuevo medio en poco tiempo?

–Creo que se va a cambiar el estilo de transporte: se pasará del sistema actual a uno nuevo basado en la bicicleta. En pocos años vamos a tener bicis con aire acondicionado y calefacción, porque van ser carrozadas.

Informe: Soledad Arréguez Manozzo