Un efectivo de la Policía Federal mató de un balazo a un joven porque creyó que iba a asaltarlo y quedó detenido, acusado de homicidio, hasta que la Justicia determine su responsabilidad. El hecho ocurrió ayer en Ciudad Evita, partido de La Matanza, cuando el policía disparó sobre uno de los dos jóvenes que se le acercaron, desarmados, a bordo de una moto, para pedirle fuego.

El efectivo regresaba a su casa, situada en la circunscripción III, manzana 3, del complejo Ciudad Evita. Según detallaron voceros policiales, cerca de la 1.30 de la madrugada, cuando el policía Alberto Jorge Leguiza Ochoa (23) caminaba por el cruce de las calles La Jarilla y Fray González, se le aproximaron dos muchachos a bordo de una moto.

De acuerdo con el relato que realizó el efectivo ante los investigadores, el joven que conducía la moto se detuvo para pedirle fuego. Al parecer, según relató el policía, el muchacho que iba como acompañante se llevó una mano a la cintura, lo que habría interpretado como un intento de extraer un arma.

Por ese motivo, Leguiza Ochoa –quien estaba vestido de civil– extrajo su arma reglamentaria y sin mediar palabra efectuó tres disparos, uno de los cuales impactó en el abdomen del joven que iba en la parte de atrás de la moto.

A raíz del impacto, el muchacho, de 21 años, cayó muerto en el lugar, mientras que el joven que conducía la moto, de 16, se fue y regresó más tarde al lugar con familiares de su amigo fallecido, relataron los informantes.

Mientras la versión del policía que disparó consiste en que se defendió de un posible intento de robo, los allegados al joven baleado aseguran que no fue así: denuncian que se trató lisa y llanamente de una ejecución.

Tras analizar testimonios y obtener información de la escena del hecho, la fiscal de La Matanza, Analía Córdoba, dispuso la aprehensión del policía bajo el cargo de “homicidio” y el secuestro de su arma reglamentaria, hasta tanto se establezca lo sucedido.

Las fuentes informaron que no se hallaron armas en poder del joven muerto por la bala policial, por lo que no hay evidencia por el momento de que haya existido un intento de robo.