Como parte de la investigación por el paradero de Erica Soriano, la joven embarazada que está desaparecida desde agosto del año pasado, fueron secuestradas las computadoras del padre y la hermana mayor de Daniel Lagostena, pareja de Erica, durante un allanamiento a sus viviendas. Los investigadores policiales, además, realizaron un rastrillaje en las 10 hectáreas de un campo que el padre de Lagostena tiene en Saladillo, pero tuvieron un resultado negativo. Para la familia de Erica, Lagostena es el principal sospechoso de la de-saparición de la joven.

Los operativos se realizaron en las viviendas del padre y de la hermana mayor de Lagostena, ambas ubicadas en el partido bonaerense de Lanús, con el fin de secuestrar las CPU que podrían contener prueba documental de relevancia para la investigación. En la casa del padre se secuestró una computadora, mientras que en la vivienda de la hermana fueron incautadas dos, una de las cuales pertenece al hermanastro de Lagostena.

Si bien las computadoras ya fueron revisadas unos días después de la desaparición de la joven, se especula que durante el tiempo transcurrido pudo haberse generado alguna prueba.

Por otra parte, otro grupo de investigadores policiales y judiciales –con colaboración de un equipo de antropólogos y geólogos– realizaron un rastrillaje en las 10 hectáreas de un campo que el padre de Lagostena tiene en Saladillo, pero con resultado negativo.

Un jefe policial explicó que si bien ese campo ya había sido inspeccionado, vuelve ahora a revisarse debido a que, según los geólogos, de haberse enterrado un cuerpo ya habría pasado el tiempo necesario para que comenzaran a aparecer desniveles en el terreno.

“Esta es una segunda etapa de búsqueda, tras cuatro meses, en caso de haber sido enterrado un cuerpo, se genera un desnivel en el suelo que, de acuerdo a lo manifestado por los geólogos y antropólogos, permitiría hallarlo con facilidad”, dijo la fuente.

El fiscal de Lomas de Zamora que interviene en la causa, Gerardo Loureyro, investiga la posibilidad de un homicidio. En el marco de la causa se exhumaron siete cadáveres en el cementerio de Lanús y se examinó la bóveda de la familia de Lagostena –su padre es el dueño de una funeraria– en busca del cadáver o de algún indicio del paradero de la joven, que estaba embarazada en el momento de su desaparición. Por el momento, los operativos no arrojaron resultados.

Erica Soriano, de 30 años, embarazada de dos meses y medio, de-sapareció el 21 de agosto pasado después de una discusión con su pareja, en la casa que ambos compartían en Lanús. La chica tenía previsto ir a visitar a su madre, en Villa Adelina, en el norte del conurbano, pero nunca llegó. Para dar con su paradero se realizaron varias marchas y se difundió su foto en todo el país, pero hasta el momento no hay pistas.