La mafia italiana recibió ayer un duro golpe en Nueva York y sus alrededores. La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) arrestó a 127 personas, presuntas integrantes de la famosa Cosa Nostra. Las detenciones tuvieron lugar durante la madrugada del jueves en Nueva York, Nueva Jersey y Rhode Island, y los cargos que pesan sobre los arrestados van desde tráfico de drogas hasta homicidio. Del total de apresados, 91 son sospechosos de pertenecer a siete familias de la mafia italiana, cinco de ellas residentes en Nueva York, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Justicia.

El operativo “tuvo un alcance muy amplio”, celebró el portavoz del FBI, Robert Nardoza, para dar una muestra de la trascendencia que supone este megaprocedimiento, el fiscal general estadounidense, Eric Holder, se trasladó de Washington a Brooklyn, y brindó una conferencia de prensa acompañado por la subdirectora de la oficina del FBI de esa ciudad, Janice Fedarcyk. “Las detenciones de hoy marcan un avance importante en el desmantelamiento de las actividades ilegales de la Cosa Nostra”, aseguró Holder. Y resaltó: “Se trata de la operación más importante jamás realizada en un solo día, en la que han participado más de 800 agentes del FBI”. De todas formas, otros organismos como, por ejemplo, la policía de Nueva York, también hicieron su aporte a la cacería de los presuntos mafiosos ítalo-estadounidenses.

De acuerdo con la información publicada por el diario The New York Times, los asesinatos de los que se acusa a varios de los detenidos fueron cometidos en las décadas de 1980 y 1990. Los cargos que se les imputan son de lo más variados y los mafiosos apresados pueden ser condenados a penas de entre 20 años de cárcel y cadena perpetua. Las acusaciones hablan de casos de extorsión, lavado de dinero, tráfico de drogas, apuestas clandestinas y chantaje relacionado con la industria de la construcción y portuaria.

La policía estima que estas dos últimas actividades están controladas por las cinco familias de la mafia italiana que viven en Nueva York: los Genovese, los Gambino, los Lucchese, los Colombo y los Bonanno. Las cinco familias de Nueva York continúan siendo “extremadamente fuertes y viables”, advirtió Dave Shafer, supervisor de Investigaciones sobre Crimen Organizado del FBI neoyorquino.

Aunque la mayoría de los arrestos fueron en la Gran Manzana, en Nueva Jersey se detuvo a miembros de la familia De Calvacante. Y dos significativos apresamientos se sucedieron en Nueva Inglaterra, donde capturaron al presunto antiguo jefe de la Cosa Nostra, Luigi M., de 83 años, y al señalado como consejero de la familia Colombo, Richard F. (74). A principios de la década de 1990, el FBI comenzó a tener importantes avances en la lucha contra el crimen organizado de origen italiano, en caída desde esa época, ya que también comenzaron a jugar fuerte en el plano de la ilegalidad bandas mafiosas rusas, mexicanas y chinas. Otro punto en contra de las bandas criminales italianas fueron algunas resonantes deserciones en sus filas, que permitieron que valiosa información del accionar mafioso se filtrara hacia los investigadores, que finalmente impulsaron sucesivas detenciones.

Alphonse D’Arco, de la familia Lucchese, empezó a colaborar hace dos décadas con las autoridades federales y destapar a sus compañeros. Salvatore Gravano lo haría tiempo después contra los Gambino, lo que permitió el arresto de John Gotti, uno de los cuadros mafiosos más importantes y jefe del clan de los Gambino, condenado en 1992 por haber ordenado una decena de asesinatos, entre ellos el de su predecesor, Paul Castellano, muerto en 1985 cuando salía del restaurante Sparks, en Manhattan. Gotti falleció en prisión en 2002 y desde entonces, su hijo John “Junior” Gotti ha conseguido escapar en numerosas ocasiones de la policía, la última en 2009.

Pese al declive que viven las familias relacionadas con la Cosa Nostra, la mafia italiana de Nueva York mantiene su histórica fama gracias a innumerables películas y series de televisión, entre las que se destacan El Padrino y Los Soprano. En su origen, en el siglo XIX, la Cosa Nostra fue una sociedad secreta criminal siciliana. Con el paso del tiempo, estas bandas dedicadas a diversas actividades ilícitas y criminales fueron asentándose en los Estados Unidos, especialmente en la ciudad de Nueva York y sus alrededores, donde se organizaron encabezadas por una familia líder en las que cada miembro detenta un rango, como por ejemplo los capos o consejeros.