SOCIEDAD › ASESINAN A PUÑALADAS A TRES HERMANOS EN MAR DEL PLATA
Las víctimas son un hombre de 55 años, con antecedentes penales, y sus dos hermanos, que padecían problemas mentales. La cerradura de la casa no estaba forzada. Además, no robaron nada, lo que fortalece la hipótesis de un ajuste de cuentas.
Angel Servín apareció ayer a las 2, en la puerta de su casa, en calzoncillos y con el pecho ensangrentado, pidiendo auxilio. Un vecino lo vio arrastrándose sobre la calle Carriego al 645, en el barrio marplatense de Punta Mogotes y llamó una ambulancia. El hombre, de 55 años, llegó con vida al HospitalInterzonal y, según fuentes policiales, logró acusar a su agresor antes de fallecer, tras una operación de urgencia. Cuando los agentes de la seccional quinta entraron en su casa, encontraron a los dos hermanos menores de Angel, Rosalino y Agustín, de 52 y 54 años, ambos con problemas mentales, asesinados a puñaladas por la espalda. También estaban en calzoncillos. “No se defendieron porque estaban durmiendo”, le dijo ayer a este diario la fiscal del caso, Andrea Gómez. Aunque no se descartan otras hipótesis, el móvil del triple crimen sería un ajuste de cuentas.
Los asesinatos de los tres hermanos marplatenses habrían ocurrido pasada la medianoche del miércoles y las primeras pericias indicaron que la puerta de entrada no fue violentada. Además, la casa no estaba muy desordenada, por lo que en principio se descartó la hipótesis de robo. El único que logró resistirse fue Angel, que presentaba heridas cortantes en manos, brazos, abdomen y tórax. “Es posible que los otros dos hermanos hayan sido asesinados porque ya conocían al agresor y podrían denunciarlo”, comentó la fiscal.
Rosalino, quien tenía el cuadro más severo de retraso, murió de-sangrado en el piso, al lado de la cama y al parecer tenía varias heridas en la espalda. El cadáver de Agustín fue encontrado en el patio trasero de la casa. Según fuentes policiales, llegó hasta allí tratando de escapar del agresor en medio del ataque. Angel logró caminar hasta la puerta de entrada, cuyo piso quedó con varios charcos de sangre, y se desvaneció al llegar a la vereda. Luego siguió arrastrándose hasta el cordón de la calle, con parte de sus vísceras a la vista, cuando un vecino fue en su ayuda.
Aunque durante el día se dijo que Angel había sido condenado por traficar drogas, sólo se registran oficialmente antecedentes por “robo calificado por uso de armas”. Había estado preso en la cárcel de Batán. Sin embargo, ayer varios vecinos comentaron a los investigadores que por la noche, en la puerta de la casa de los Servín paraban motos, autos y camionetas, por lo que los investigadores sospechan que el hermano mayor se dedicaría a la venta de drogas al menudeo. Según fuentes policiales, la casa había sido allanada varias veces, la última por estar sospechada de ser un punto de venta de drogas. Sin embargo, el informe policial no reportó que haya encontrado estupefacientes en la casa.
Rosalino y Agustín, por sus padecimientos mentales, habían pasado buena parte de su vida cuidados por tutores, aunque nunca estuvieron encerrados en institutos psiquiátricos. Al fallecer éstos, su hermano mayor se hizo cargo de ellos. Ninguno trabajaba y se mantenían gracias a la pensión por discapacidad que cobraban. En el barrio, pese a lo que ayer contó una señora que les daba comida y dinero, no eran muy queridos.
Luego de retirar los cuerpos de los hermanos que estaban en la casa, la policía requisó el lugar y encontró las billeteras con dinero de todas las víctimas. Además había un equipo de audio, televisores y una motocicleta, entre otros elementos de valor. Como la puerta no estaba violentada, los investigadores creen que el o los asesinos de los tres hermanos habrían entrado a la casa con alguno de ellos o tendrían la llave. Por ahora, los esfuerzos policiales se centran en encontrar a la persona señalada por el mayor de los hermanos, cuando llegó la policía.
Según comentaron otras fuentes de la investigación, es poco probable que una sola persona pudiera dominar a las tres víctimas, que habrían sido atacadas con al menos dos armas, un cuchillo y un machete para desmalezar, por el tipo de heridas que presentaban. La saña y la violencia con la que se cometió el triple crimen hacen creer que se trató de una venganza contra Angel. “En la zona de Punta Mogotes hay mucho movimiento de compra y venta de drogas, es algo sabido”, dijo ayer la fiscal.
Ayer todavía no estaban terminadas las pericias en la casa ni las autopsias pero ya se especulaba con una posible reconstrucción del triple asesinato. El caso quedó a cargo del juez Patricio Demarco, del Juzgado 1 de Garantías de Mar del Plata. Cuando llegó la policía a la calle Carriego al 600, ayer a las 2, Angel alcanzó a darle el nombre del supuesto asesino, de apellido García, y a resumir todo lo ocurrido: “Nos agarró dormidos y nos apuñaló”.
En la fiscalía son cautelosos con este dato. Anoche comentaron que aún no hay un pedido de captura, sólo se sabe que el principal sospechoso es marplatense, vive por la zona y aún se trata de determinar si tenía alguna vinculación con los tres hermanos.
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