SOCIEDAD
Unas partículas de explosivos echan más sombras sobre Hugo Conzi
En un nuevo peritaje en la casa de los Conzi se detectaron partículas de explosivos en un teléfono y un maletín. Podrían indicar que el artefacto se armó en la casa. Conzi declaró.
Nuevos indicios, una pista firme sobre el prófugo y cada vez más sospechas sobre el hermanito mayor. Las declaraciones de Hugo Conzi y la primera inspección realizada en la casa de los propietarios de Dallas parecen no haber conformado al fiscal Jorge Apolo, quien en la tarde de ayer volvió al lugar con peritos de Gendarmería y realizó una segunda inspección. Según fuentes de la investigación, en el nuevo peritaje se habrían detectado indicios de partículas de explosivos en un teléfono y en un maletín de la vivienda de Santa Rita 1536. De ser confirmado, los investigadores deberán determinar cómo llegaron allí esas partículas: no descartan que el artefacto haya sido armado dentro de la casa de los Conzi. En tanto, según confiaron a este diario allegados a la investigación del asesinato de Marcos Eschenone, una pista firme indica que “mañana a la tarde (por hoy) podría haber resultados concretos” en la búsqueda del principal acusado por el crimen y prófugo desde hace 14 días, Horacio Conzi, quien estaría en el país.
“Está judicialmente acorralado”, se volvió a escuchar ayer de boca de los investigadores en referencia a Horacio, cuando se sumó a la causa la cuarta prueba contundente en contra del empresario: una cinta grabada por la cámara de seguridad del restaurant Kansas, rival de Dallas, en la que se ve cómo el 16 de enero la camioneta Grand Cherokee de Horacio Conzi persigue por la avenida del Libertador al remis Ford Galaxy en el que viajaba Eschenone y que minutos después fue acribillado a balazos. El video, en formato PAL-M, fue analizado ayer por Mario Kohan y Hernán Collantes, fiscales de la UFI2 de San Isidro que investigan el crimen. Un allegado a la causa informó que dos cámaras tomaron la persecución, una desde un lateral y otra desde el frente, en la que “se ve pasar al remis y unos segundos más tarde aparece por detrás la camioneta 4X4 de Conzi”.
La cinta fue aportada por los dueños del restaurante Kansas, ubicado en avenida Del Libertador a unas ocho cuadras de Dallas, quienes además ya presentaron varias denuncias por amenazas contra el prófugo y su hermano.
En tanto, el mayor de los hermanos declaró en la mañana de ayer ante el fiscal Jorge Apolo y dijo no tener ni idea de quiénes pueden haber querido atentar contra él. Lejos de la verborragia mediática desplegada en la última semana para defender a su hermano Horacio, de quien había dicho “es más bueno que el dulce de leche”, Hugo salió cerca de las 17 de los tribunales de San Isidro y, en las que fueron sus únicas palabras a la prensa, dijo: “Ahora me voy a casa a descansar”. Fuentes de la fiscalía comentaron que “la declaración llevó varias horas porque Conzi es un tipo difícil para una testimonial por sus constantes cambios de estado de ánimo y su dificultad para seguir un hilo conductor”.
Por la tarde, el fiscal volvió a la propiedad de Boulogne junto con peritos de Gendarmería Nacional para hacer una segunda evaluación de los daños y buscar indicios de cómo llegaron los explosivos a la ventana y el garaje de los Conzi. Y al parecer los encontró: allegados a la causa informaron que se detectaron indicios de partículas de explosivos en un teléfono y en un maletín. Aunque aún no fue establecido, el tipo de explosivo usado en el armado de la bomba casera colocada en la ventana de la habitación de Hugo Conzi sería dinamita C4, del mismo tipo que la usada en la confección de la bomba encontrada el año pasado en el baño del complejo Kansas y por la cual sus dueños denunciaron a los hermanos Conzi.
Las fuentes explicaron que, de confirmarse la presencia de partículas de explosivos en esos objetos de la casa, lo más probable sería que el artefacto calificado como “improvisado y artesanal” por el jefe de la Sección Explosivos de Gendarmería, Santiago González, haya sido armado dentro de la misma vivienda. La segunda posibilidad es que esas partículas hayan llegado allí por el contacto de una persona que estuvo muy cerca de la explosión.
Voceros de la fiscalía señalaron ayer que uno de los pasos siguientes de los investigadores en el camino de dilucidar si fue un atentado o un autoatentado, como se sospecha desde el principio, podría ser ordenar unestudio de las heridas cortantes que Hugo Conzi dijo tener en la espalda pero que no constaban en el parte médico de la Clínica Las Lomas, que sólo daba cuenta de “escoriaciones leves” y “trauma acústico”. En apoyo de la pista del autoatentado, especialistas consultados por Página/12 explicaron que “el mismo daño se podría haber hecho sin ingresar en la propiedad, sin saltar rejas, sin golpear perros y sin perder tiempo”. Y agregaron que esa forma de realizar el atentado sería muy riesgosa para alguien que sólo va a romper una ventana, sobre todo en un barrio en el que si hay algo que sobra es vigilancia.
Producción: Paula Bistagnino