Jue 03.02.2011

SOCIEDAD  › GUARDIAS DE MENDOZA GRABARON CON UN CELULAR SUPLICIOS A UN INTERNO

Imagen del horror penitenciario

La ONG mendocina Xumek presentó videos grabados en su celular por un penitenciario. Se ve cuando un grupo tortura a un preso. Cinco guardias detenidos y un jefe en disponibilidad.

› Por Horacio Cecchi

Las horrorosas imágenes de un grupo de penitenciarios de la cárcel de San Felipe, en Mendoza, golpeando y pateando a un preso que se encontraba arrodillado y con las muñecas esposadas por la espalda, mientras pedía clemencia y como respuesta obtenía risas y más golpes, ayer ya daban la vuelta al mundo a expensas de la modernidad virtual. Las imágenes fueron filmadas impunemente en el celular de uno de los integrantes de la patota carcelaria. El sentimiento de impunidad fue lo que en definitiva derivó en la publicidad de las torturas: la semana pasada, un hombre que dijo haber hallado el celular caído al costado de la cárcel de Mendoza entregó el teléfono a la ONG mendocina Xumek, especializada en derechos humanos. Ayer, luego de lograr rescatar los videos de la memoria del móvil, Diego Lavado, presidente de Xumek y ex secretario de Justicia del actual gobierno mendocino, presentó la denuncia ante la Justicia. El fiscal de asuntos complejos Santiago Garay ordenó la detención de cinco guardias identificados, y el gobierno ordenó el pase a disponibilidad del jefe de seguridad del penal. Los videos del horror saltan en momentos en que en Mendoza se llevan adelante los Juicios de la Verdad contra torturadores y colaboradores, y el gobierno post Cobos intenta impulsar su proyecto de ley de conformación de los mecanismos para la prevención de la tortura, cuyo objeto es evitar situaciones horrorosas como las que revelan las imágenes.

El complejo San Felipe fue construido recientemente como unidad de Fase de Confianza, que en la jerga carcelaria viene a representar un espacio para internos que pasan por su última etapa en prisión, bajo un régimen supuestamente más benigno. El San Felipe, que toma su nombre de la calle sobre la que se encuentra, está a espaldas de la tétrica Penitenciaría de Mendoza o cárcel de Boulogne Sur Mer, cuya historia negra de presos descuartizados, suicidios y asesinatos derivó en denuncias que llegaron hasta las más altas autoridades de Justicia del continente americano (ver aparte).

El jueves pasado un hombre, que se presentó como familiar de un preso, llegó ante las oficinas de Xumek para entregar un celular que había hallado cerca del complejo San Felipe cuando salía de la Penitenciaría, aparentemente perdido por su dueño. “El celular es un aparato de formato viejo pero capaz de tomar imágenes y de filmar –describió Diego Lavado a Página/12–. Después de trabajar técnicamente para obtener las imágenes del chip de la memoria, descubrimos que había varios videos y fotos caseras incluso algunas en las que el dueño del celular se identificaba a sí mismo.” Entre las imágenes que obtuvieron del celular había algunas porno, escenas de sexo entre el dueño del celular y una mujer, y las imágenes del grupo de penitenciarios que se repite en diferentes situaciones, de guardia y demás, entre ellas los videos de torturas que motivaron la denuncia.

En el escrito presentado ante el fiscal 17 de Asuntos Complejos, Santiago Garay, los denunciantes describen cuatro videos que aparecen en el celular identificados con los números 04092010067, 03122010080, 06062010050 y 06062010051. El primero, en el celular aparece grabado por el dueño como 067 y tiene como fecha asignada el 4 de septiembre de 2010. En el video se ve a cinco penitenciarios que en un turno nocturno practican boxeo con guantes en el gimnasio del complejo. El segundo, fue grabado con el número 080 con fecha 3 de diciembre de 2010. En él se ve a dos funcionarios que golpean con puños y patadas a un interno, aparentemente joven-adulto, es decir, mayor de 18 y menor de 21. En las escenas se puede ver cómo dos guardias golpean a un joven que grita y se encuentra de pie contra una pared, grita y se queja. Luego, uno de ellos aplica una patada en los tobillos haciéndolo caer. De inmediato, el que hizo caer al joven se da vuelta, y lamentándose de que no se podía filmar, cerró la puerta para obstruir las imágenes.

Siguen los videos categorizados como 06062010050 y 06062010051.

Ambos fueron grabados el 6 de junio de 2010 identificados con los números 050 y 051. En ellos participan al menos 5 penitenciarios y tienen a un interno que al ser presentada la denuncia aún no había sido reconocido. En el primero, que fue grabado como 050, se ve al preso de rodillas contra un rincón, con las manos esposadas a la espalda y la frente contra el piso. Uno de los guardias levanta sus brazos hacia la pared en sentido contrario al que da el físico. Mientras el preso grita de dolor y exclama “¡ya está!”, otros guardias lo golpean con los puños y patadas en las costillas y la espalda.

El interno se queja diciendo que tiene una costilla fracturada, lo que provoca risas entre los torturadores y más golpes en el costado donde siente el dolor. “¡Ya está, por favor!”, se escucha rogar al preso mientras uno de los torturadores le pregunta “¿cómo dice cuando toca con las manos en la pared? ay! ay... dice ”, y le levanta las manos en forma antinatural. El interno ruega mientras llora (ver aparte).

El segundo video, grabado como 051, reproduce imágenes semejantes y tienen como víctima al mismo interno y los mismos penitenciarios. Otros dos videos grabados como “Fuego para un pucho” y “Milicos en Acción”, demuestra lo que los denunciantes detectan como una conducta habitual. En el primero, se ve a un preso que pide fuego para un cigarrillo y un penitenciario con una especie de lanzallama echa fuego contra la mirilla, mientras los otros se ríen y se jactan del trato. El otro video, muestra el momento en que un grupo de presos se encuentra duchando y los guardias con bastones de madera y hierro los hacen entrar violentamente en las celdas.

Los denunciantes agregan que “es importante destacar que además de los videos descriptos, con el mismo dispositivo se han registrado diversas fotos, que son nombradas como ‘Yo’ y permiten colegir que esa persona sería la propietaria del celular en cuestión y quien ha realizado las filmaciones”.

Ayer, luego de la denuncia, los videos comenzaron a circular por los medios mendocinos on line y por la tevé provincial. Fueron esas imágenes precisamente las que permitieron identificar al interno cuyo rostro no era visible. Cuando otros internos del penal las vieron en la pantalla rápidamente informaron para decir de quién se trataba.

El fiscal Santiago Garay pidió la inmediata detención de todos los penitenciarios que se encontraban en el lugar incluido el presunto dueño del celular y del impune “yo” fotográfico. Por su lado, el ministro de Gobierno, Mario Adaro, aseguró en conferencia de prensa que “sin lugar a dudas el gobierno (de Celso Jaque) va a aportar todas las pruebas necesarias”. Adaro informó el pase a disponibilidad del jefe de seguridad del penal, Leonardo Escobar, y dijo que “nos hacemos cargo de esta situación” y consideró que “es una vergüenza que sucedan estas violaciones a los derechos humanos”. Si bien no es comparable la disposición del gobierno de Jaque con la de su antecesor, el “no positivo” Cobos –durante cuyo gobierno el Estado argentino recibió fuertes cuestionamientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (ver aparte)–, la situación carcelaria en Mendoza ofrece hábitos y costumbres que no fueron desterrados. Pese a que el gobierno definió el escándalo con la presunción de que se trata de “un hecho aislado”, las imágenes y la impunidad de su grabación no dejan demasiados fundamentos optimistas a esa expectativa.

No se trata de intenciones, ya que el gobierno, en ese aspecto, viene batallando desde hace casi dos años con tropa propia y ajena para que el Parlamento mendocino apruebe el proyecto de ley de mecanismo para la prevención de la tortura, que estará conformado por representantes de las ONG especializadas en cuestiones carcelarias, y que permitirá ingresar a los penales con filmadoras, realizar inspecciones, entrevistas a los internos y hacer propuestas a las autoridades, mecanismos que fueron comprometidos internacionalmente por Argentina y que en territorio nacional sólo la provincia de Chaco conformó tal cual exige el tratado internacional ratificado por el país. Ayer, precisamente, la Comisión Bicameral de Seguridad había convocado a Adaro para dar explicaciones e intentar dar un golpe de timón hacia la votación del proyecto.

http://horaciocecchi.wordpress.com

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