Sáb 01.02.2003

SOCIEDAD  › LA DECLARACION DEL CABO QUE MATO A LA EMBARAZADA

El arma que se disparó sola

El policía bonaerense Fabián Sosa, principal sospechoso de la muerte de Verónica Gautio, una joven embarazada de ocho meses cuya beba pudo sobrevivir por una cesárea, declaró ayer que la bala que impactó en la cabeza de la chica de 19 años se produjo porque “el arma se disparó en un forcejeo cuando los vecinos intentaron quitársela”. Sosa está detenido desde el miércoles pasado, acusado de homicidio simple por un presunto caso de gatillo fácil en Bernal.
Ayer por la mañana el fiscal de Quilmes, Luis Armella, interrogó a Sosa sobre las causas del fallecimiento de Verónica. Según dijo el cabo de la comisaría séptima de Quilmes, el miércoles pasado en un barrio de Bernal “hubo disturbios porque había chicos molestando a los transeúntes arrojándoles agua”, entonces Sosa, junto a su compañero Miguel Rozales, “se acercaron a conversar con los menores”. Sin embargo, según había relatado el marido de la víctima, Jorge Cejas –que vio lo que sucedía– dos policías bajaron del vehículo cuando “unos chicos mojaron al patrullero jugando al carnaval y ahí uno de los policías desafió a pelear a un chico de 14 años con el que se agarró a las trompadas, el policía le pegaba con el bastón y entonces salió su mamá a defenderlo y también recibió varios golpes”. La gente habría reaccionado en ese mismo momento y según confirmó el marido, Sosa retrocedió unos 30 metros, se dio vuelta y empezó a disparar.
Sosa le dijo al fiscal que se vio desbordado por los vecinos y, según relataron fuentes judiciales, advirtió que en el forcejeo alguien le sacó su arma de la cartuchera, pero que colocó sus manos sobre la empuñadura, momento en que el arma se disparó dos veces hacia el piso. Después Sosa comentó que no se acordaba lo que ocurrió a continuación.
Armella contó a Página/12 que la fiscalía secuestró el arma, dos proyectiles y las cápsulas, y que ordenó hace dos días un estudio de dermotest para comprobar si hay pólvora en las manos del cabo: “Si tiene restos de pólvora, todo indicaría que Sosa tuvo acceso al arma y se desvirtuaría un poco la hipótesis del forcejeo”, afirmó.
Lo que aún no queda claro es cómo pudo impactar una bala en la cabeza de Verónica y otra en la clavícula de un chico si los disparos se efectuaron hacia el piso. También resta saber si Sosa salió del patrullero con el seguro del arma puesto o ya estaba preparado para disparar.
Por otro lado, Milagros Melina, la beba que los médicos dieron a luz por una cesárea en el cuerpo de Verónica, evoluciona en forma favorable.

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