El policía detenido en la noche del miércoles por el asesinato de Mauricio Arce Ramos (17) y Franco Almirón (16) y las lesiones graves causadas a Joaquín Romero (19) en el barrio De la Cárvoca, en José León Suárez, declaró ayer ante los tres fiscales de la causa. El subinspector Ezequiel Vega admitió, como hizo ante sus superiores, que disparó con postas de plomo durante la represión que la Policía Bonaerense efectuó ante el descarrilamiento de un tren en las vías del Nuevo Central Argentino, el jueves pasado. No obstante, indicó que utilizó munición de guerra por confusión. Vega, que continuará detenido, quedó complicado tras su declaración y tampoco lo ayuda la descripción física que hizo Romero sobre su agresor, ya que, según uno de los fiscales, “coincide” con la de este policía.

Una fuente de la investigación contó a Página/12 que con la declaración de Vega “se corroboró que el policía reconoce haber estado en el lugar de los hechos y disparado con balas de plomo hacia la zona en la que estaban las víctimas”. Esta descripción del efectivo en torno de los hechos suscitados una semana atrás en el barrio De la Cárcova lo dejó más comprometido en la causa de lo que ya estaba. Sobre todo a partir de algunos argumentos que para los fiscales no son del todo convincentes.

La fuente transmitió que el agente, ya removido de la fuerza, “dijo haber disparado en circunstancias en las que una persona se le acercó y le apuntó desde unos 15 a 20 metros”. En ese marco, el acusado “dijo que en un momento dado toma el cartucho de un compañero y dispara hacia los pies de esa persona, porque no tenía cómo resguardarse. Y cuando dispara se da cuenta de que había usado munición de plomo”. Con la confirmación de que Vega es instructor de tiro dentro de la fuerza, “es un poco complicado eso de no haberse dado cuenta” de que tomó una munición de plomo, analizó la fuente. Al respecto, el policía “dijo que no vio el color de la posta porque miraba a la persona que lo apuntaba”, agregó.

La posibilidad de que Vega haya sido el único efectivo que disparó con postas de plomo está más firme en la investigación. La propia declaración del acusado ante los fiscales Marcelo Sendot, Ana María Armetta y Raúl Sorracco apunta a eso. Otra fuente judicial explicó que en la indagatoria, el principal sospechoso de los asesinatos de Mauricio y Franco “no señaló a nadie que haya disparado un escopetazo con munición de guerra. No dice que otros efectivos tiraron”. “Por otro lado –amplió–, es real que en el lugar del hecho encontramos gran cantidad de postas de goma.” Con estos indicios, y según informaron hasta ahora distintas fuentes judiciales, los disparos con balas de plomo no fueron la regla general en la represión del jueves. La sospecha sobre la culpabilidad de Vega también la acrecentó la declaración de Joaquín Romero, todavía internado por los balazos que recibió. “El chico da una descripción de la persona que le disparó que coincide con la apariencia de Vega”, apuntó la fuente.

Enterados de la declaración del policía Vega, los familiares de las víctimas manifestaron su indignación. Juan, el abuelo de Mauricio Arce Ramos, cuestionó: “¿Cómo se va a confundir? ¿No distingue lo que es una bala de goma y una de plomo?. El tipo sabe bien lo que hizo”. Por su parte, Noemí, tía de Joaquín Romero, expresó: “No puedo creer. Al disparar, ¿no se da cuenta que agarra una bala de plomo?”

Los próximos pasos de los fiscales estarán en torno de nuevas declaraciones testimoniales de policías que participaron de los sucesos en De la Cárcova, pero que se descuenta que hayan tirado con munición de guerra. También esperan que lleguen las distintas pericias que realiza personal de la Gendarmería Nacional. “Estos días va a haber más declaraciones de personal policial”, anticipó la fuente. Mientras, mantiene “la expectativa de que Gendarmería termine con las pericias, que ya tendrían que estar en estos días”. Cinco agentes de los 15 que participaron de la represión policial ya testimoniaron. Los policías manifestaron haber disparado con postas de goma y aseguraron que fueron agredidos a tiros. Esa versión está confirmada por los propios vecinos del barrio que señalaron a “los transas” (vendedores de droga) como los responsables de esos ataques. Ante los fiscales Sendot, Sorracco y Armetta, los efectivos detallaron que los disparos partieron desde la villa La Cárcova, pero no identificaron a “los transas” como los agresores.

Vega trabajaba en la Comisaría 2ª de San Martín, con sede en Villa Ballester. Desde la noche del martes se encuentra detenido y continuará en esa condición acusado de doble homicidio agravado por el uso de arma de fuego y lesiones graves. Este efectivo fue el primero de la Policía Bonaerense puesto a disposición de la causa por el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, apenas admitió haber efectuado disparos con postas de plomo en vez de usar las de goma. En forma simultánea, fue removido de la fuerza.

Los sucesos en el barrio De la Cárcova tuvieron lugar alrededor de las 14 del jueves pasado. Luego del descarrilamiento y posterior intento de saqueo de un tren del Nuevo Central Argentino, a la altura de José León Suárez, vecinos y policías se enfrentaron. Desde el barrio aseguraron que los jóvenes asesinados se encontraban desarmados y que sólo tiraban piedras hacia los agentes. La investigación por ahora confirma esa teoría. Como saldo de estos hechos quedaron dos víctimas fatales y un herido grave con impactos de postas de guerra de escopetas calibre 12.70, las que utiliza la Policía Bonaerense.

Informe: Leonardo Rossi.