Esta mañana, a casi tres años de la muerte de la bailarina Morena Pearson, se inicia el juicio contra el empresario de la noche Daniel Bellini –su pareja y padre de su hija–, acusado de haberla asesinado tras una pelea. Bellini, propietario del boliche Pinar de Rocha, se encuentra imputado y detenido en Olmos desde fines de marzo de 2008, poco después de que Pearson fuera encontrada en la casa de ambos, con un balazo en la cabeza. Para defenderse de la acusación de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra, el empresario designó al menos seis abogados, aunque al parecer no todos participarán en la primera jornada. Desde las 9, la historia de Pearson, las evidencias contra Bellini y lo sucedido aquella madrugada se pondrán en juego en los tribunales de Morón. Serán clave los SMS enviados por Pearson durante sus últimas horas de vida.

Se deberá dirimir si Pearson fue asesinada por Bellini, como sostiene la fiscalía, o si se suicidó, como afirma la defensa del acusado. La definición deberá contemplar peritajes balísticos, la relación de pareja entre Bellini y Pearson, mensajes de texto que la bailarina envió y sus supuestos antecedentes de bulimia.

En la madrugada del 21 de marzo de 2008, Pearson había realizado un show en el boliche Pinar de Rocha, propiedad de Bellini, de 63 años, quien era su pareja y el padre de su hija de 2 años. Ella, de 23, solía realizar en el lugar rutinas como bailarina de caño. Esa noche, según el relato de testigos y el propio Bellini, él se había alterado porque la había visto bailando provocativamente con un amigo en el VIP del boliche, algo que lo molestaba por “una cuestión de imagen”.

De acuerdo con Bellini, luego del reproche Pearson dejó el lugar y fue a la casa de ambos, a sólo 100 metros del boliche. El la siguió y, aseguró, le informó que debían separarse; luego regresó a Pinar de Rocha, para reunirse con un abogado. Media hora después, cuando faltaban minutos para las 6 de la madrugada, regresó a la casa. Pearson yacía en un charco de sangre, con un tiro en la cabeza y una pistola bajo la pierna derecha. Bellini llamó a la policía y una ambulancia trasladó a la joven al hospital de Haedo, donde murió tras ser operada.

El fiscal de Morón a cargo de la instrucción, Matías Rappazzo, sospechó de Bellini y descreyó de la escena que sugería un suicidio. Tras reunir indicios suficientes, lo acusó de homicidio: en su hipótesis, Bellini baleó a Pearson tras una dura discusión, y luego intervino en la escena del crimen para sugerir que se había tratado de un suicidio.

Para sustentar la acusación, la clave fue el aporte de numerosos mensajes de texto que Pearson había enviado a diferentes personas cercanas en sus últimas horas de vida y aun minutos antes de aparecer baleada. Tres de los SMS, que sí fueron dados a conocer, no parecen sostener la hipótesis del suicidio: “Me separé de Dani porque cree que estoy con vos”, “Daniel me quiere matar” y “tengo miedo”. Además, en un allanamiento realizado en Pinar de Rocha, el fiscal dio con el estuche y seis balas de la pistola con mira láser que mató a la bailarina. El arma estaba a nombre de Bellini, que tenía vedada la tenencia por sus antecedentes penales. Eso sumó la acusación de portación ilegal de arma de guerra.

Los antecedentes de Bellini son abultados: en 1985, fue acusado de falsificación de documento público, estafas reiteradas y asociación ilícita; en 1987 y 1988, fue procesado por tenencia de arma de guerra y defraudación; en 1991, mientras vivía en Paraguay bajo una identidad falsa, le encontraron 25 mil billetes falsos de 100 dólares en su quinta de Parque Leloir; en 1990, fue acusado por una estafa de tres millones de dólares contra la sucursal mendocina del Banco Nación.

El imputado se encuentra cumpliendo prisión preventiva en el penal de Olmos. El debate estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 Morón, integrado por Claudio Chaminade, Susana De Carlo y Osvaldo Cedarri. La acusación estará en manos de los fiscales Marcelo Varona Quintian y Adrián Flores. De los seis abogados confirmados para la defensa de Bellini, Roberto Babington, Mario Di Caprio y María Raquel Hermida Leyenda participarán de toda la tramitación del juicio, mientras se espera que Fernando Burlando y su staff asistan a alguna jornada.