SOCIEDAD
Uruguay busca inmigrantes de lujo para reemplazar a los turistas
La campaña intenta atraer argentinos que quieran vivir en Punta del Este, cuya enorme estructura está subutilizada. Aseguran que también hay una nueva corriente argentina en Carrasco.
En campaña. Se busca argentino de clase alta que quiera mudarse a Uruguay para compensar la falta de turistas de clase media. La ausencia posdevaluación de la clase media argentina en Punta del Este alarmó a operadores inmobiliarios uruguayos que ya desde el verano pasado comenzaron a promocionar entre las familias argentinas de alto poder adquisitivo la opción de escapar de la supuesta inseguridad y el caos de la ciudad no en un country sino del otro lado del Río de la Plata. “Ahora que se cayeron los alquileres de dos o tres meses y la gente pide casas por un fin de semana y hasta por un día, hay que buscar otras opciones para generar un ingreso y un movimiento estables porque muchos sectores ya no viven de los tres meses de verano. Y esta es una de esas opciones”, explicó a Página/12 el ministro de Turismo uruguayo, Pedro Bordaberry, al frente de la campaña. Punta del Este no es el único objetivo: el propio ministro habla de un “semiboom” de argentinos en Carrasco.
La iniciativa surgió después de la temporada 2002, cuando muchos de los pocos argentinos acorralados que pudieron veranear en Punta se tentaron con la posibilidad de instalarse allá. Como un modo de explotar la infraestructura de los destinos turísticos, ociosa en invierno, los empresarios relacionados con el turismo apoyados por el gobierno apuntan a este potencial mercado: tentar con el slogan de tranquilidad y seguridad a los argentinos para que se radiquen allí. Aunque tener alto poder adquisitivo no es un requisito explícito, las casi nulas posibilidades de inserción laboral exigen un alto nivel de ingresos. Esa es una de las razones por las que muchos de los que se fueron no llegaron a radicarse y sólo hicieron algo así como una escala: algunos de los que se habían ido partieron rumbo a Europa, México y Estados Unidos.
La campaña no tiene a los argentinos como destinatarios excluyentes. A través de los consulados uruguayos, la folletería promocional realizada por la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este (Adipe) y la Liga de Fomento y Turismo local fue difundida a nivel mundial, especialmente en Canadá, Estados Unidos y Europa y en otros países latinoamericanos como Paraguay, Chile y Brasil. Sin embargo, todos los promotores coinciden en que el mayor mercado puede conseguirse entre los argentinos. “Ofrecemos una alternativa al country, también para los uruguayos que viven en Montevideo y quieren escapar de la ciudad. Buscamos asegurar una actividad todo el año porque tenemos mucha infraestructura ociosa más allá del verano”, señaló Alberto Prandi, titular de Adipe. Y agregó: “Aunque también apuntamos a estadounidenses y europeos retirados que cobran jubilaciones muy altas que les permiten llevar una vida cómoda y tranquila, por una cuestión de cercanía y conocimiento mutuo los argentinos son especiales. Por ejemplo, los trámites de radicación son sencillos para todos, pero para los argentinos son todavía más simples”. En tanto, Bordaberry coincidió en que son los argentinos el blanco principal al que se quiere tentar: “El argentino está muy cerca, puede ir y venir lo mismo que alguien que vive en las afueras de Buenos Aires. Además ya conocen Punta del Este”.
Por eso, y a pesar de que no hubo un paquete de medidas en este sentido, ya el año pasado el gobierno uruguayo decidió “flexibilizar las normas con respecto a la estancia de autos extranjeros en territorio uruguayo: ahora cualquier argentino, brasileño, paraguayo o chileno puede dejar su auto hasta dos años cuando antes tenía que sacarlo del país cada seis meses”, explicó a Página/12 Bordaberry, y señaló que esa modificación de la norma fue producto de la doble residencia de extranjeros de varios países cercanos, pero especialmente de argentinos.
La doble residencia es la última tendencia que se registró en cuanto a la búsqueda de un cambio de vida de muchos porteños. “Hombres o parejas que conservan su trabajo en Buenos Aires pero se mudan con su familia a Uruguay y entonces van y vienen, en barco o en avión, pero dejan su auto acá”, señaló Bordaberry. En tanto, otra partida de argentinos aterrizó en Carrasco también el año pasado en lo que Bordaberry calificó como “un semiboom” de compra de propiedades en esa zona residencial ubicada a apenas 10 kilómetros de Montevideo. Pero éste es un fenómeno diferente al de Punta del Este. Son personas que ocupaban cargos ejecutivos de empresas que en 2002 se trasladaron a Montevideo y se fueron a vivir a Carrasco con sus familias. “Es toda gente vinculada con empresas, entre ellas financieras y laboratorios de Córdoba, Rosario, La Plata y Buenos Aires”, dijo a Página/12 Alfredo Blengio, propietario de una inmobiliaria local. Y señaló que “entre noviembre y diciembre de 2002 se firmaron varios contratos de alquiler para ocupar propiedades a partir de febrero y las consultas se están multiplicando”.
En tanto Verónica, empleada de otra inmobiliaria local, despejó todas las dudas: “Sí, se siente la llegada de argentinos pero es muy claro que no son los que se van del país en busca de trabajo. Los que vienen acá es obvio que no son los que están mal económicamente”.
Producción: Paula Bistagnino.
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