El odontólogo Ricardo Barreda, condenado a prisión perpetua por el cuádruple homicidio de su esposa, sus dos hijas y su suegra, en noviembre de 1992, fue beneficiado con la libertad condicional. Tras conocer la resolución, lo primero que hizo fue pedirle a su abogado que le consiguiera entradas para ir a la cancha a ver a Estudiantes.

“Al fin se hizo justicia”, expresó el odontólogo al retirarse de los tribunales platenses tras ser notificado del fallo de la sala I de la Cámara Penal de Apelaciones de La Plata junto con su abogado defensor, Eduardo Gutiérrez. “Ahora voy a poder salir a la calle para caminar, ya que el arresto domiciliario me limitaba mucho”, dijo. En breves declaraciones a la prensa, el odontólogo se mostró satisfecho del fallo y dijo que va a tomar su libertad condicional “con tranquilidad”. “Voy a ir de a poco, quiero recuperar mi salud física”, comentó ante los periodistas el dentista.

El odontólogo se hallaba cumpliendo prisión domiciliaria en el departamento de su pareja, en la calle Vidal 2333 del barrio de Belgrano, hacia donde regresó una vez cumplidos los trámites legales con su abogado en los tribunales de La Plata.

La sala I de la Cámara Penal de Apelaciones de La Plata, conformada por los camaristas Pedro Soria y Silvia Oyhamburu, otorgó la libertad condicional del odontólogo tras analizar el fallo del otro camarista Carlos Dalto, quien en enero pasado había rechazado el pedido de la defensa. Soria explicó que “lo que hicimos fue una revisión del fallo del juez Carlos Dalto y examinamos las razones por las que se le había denegado la libertad condicional”. “Fue entonces cuando creímos que no era suficiente la salida de Barreda a una farmacia para dudar del cumplimiento de sus condiciones de detención domiciliaria”, explicó Soria.

El juez manifestó además que la Cámara entendió “que la libertad condicional es seguir cumpliendo la pena y Barreda está en un régimen progresivo, que viene desarrollando desde hace mucho tiempo”. “Barreda viene cumpliendo con los demás requisitos, y aunque tiene informes controvertidos, uno último le es favorable”, destacó el camarista.

Explicó que, “en este caso, evaluamos el informe del psicólogo y psiquiatra que lo trata en Capital Federal y entendimos que no hay razones para pensar que Barreda es un riesgo”, y agregó que “le pusimos como condición que continúe con ese tratamiento psiquiátrico y psicológico”.

Ayer a la tarde, el abogado de Barreda dijo que el odontólogo “está feliz (por la resolución de la cámara), era una decisión que esperaba desde hace mucho tiempo, está muy contento”. Además, Eduardo Gutiérrez explicó que su defendido es “fanático de Estudiantes de La Plata y entiendo que en libertad, el próximo partido que juegue de local vamos a tratar de asistir. Supongo que querrá conocer el Estadio Unico”.

Respecto del fallo judicial, Gutiérrez señaló que los camaristas “entendieron que (Barreda) no había violado su arresto domiciliario”. “Se entendió que esa externación que tuvo de su domicilio (para concurrir a una farmacia) estaba totalmente justificada, tal cual como fue fundamentado en su momento de acuerdo a los problemas de salud que tenía. A criterio de los jueces, no significaba un quebrantamiento de las normas impuestas”, dijo.

Barreda fue condenado en 1995 a reclusión perpetua por matar el 15 de noviembre de 1992 a escopetazos en su casa de La Plata a su esposa, Gladys McDonald, de 57 años; a sus hijas Cecilia, de 26, y Adriana, de 24, y a su suegra Elena Arreche, de 86. En el marco de la investigación del hecho, el odontólogo relató que esa mañana su mujer le pidió que limpiara telarañas del techo, para lo cual fue a buscar los elementos y encontró la escopeta con la que comenzó la matanza.

Tras pasar más de 16 años preso, en el 2008 la Justicia Penal de La Plata le otorgó el arresto domiciliario y Barreda fue a vivir a la casa de su nueva pareja, Berta André. Pero en enero pasado, el odontólogo fue filmado en la calle por un canal de televisión cuando regresaba a su departamento, tras haber concurrido a una farmacia del barrio, por lo que la Justicia le revocó el beneficio de prisión domiciliaria y regresó a la cárcel de Olmos. Un mes después, la sala I de la Cámara de Apelaciones platense hizo lugar a un planteo de la defensa y le volvió a otorgar el arresto domiciliario en la calle Vidal 2333 de su novia, donde se hallaba detenido hasta ayer.