SOCIEDAD › EN EL JUICIO POR LA MUERTE DE LA BAILARINA MORENA PEARSON
El proceso a Daniel Bellini, novio de la muerta y dueño de Pinar de Rocha, tuvo esta semana tres testigos encontrados. Un ex custodio dijo que tenía tendencias suicidas; dos amigos, que temía que la matara el acusado.
En el juicio por la muerte de Morena Pearson, la bailarina del boliche Pinar de Rocha, en el que está siendo enjuiciado Daniel Bellini, pareja de la víctima y dueño del lugar, se registraron esta semana tres testimonios contradictorios respecto del hecho que se investiga. Oscar Roca, quien fue custodio personal de Morena, aseguró que ella lo llamó dos veces por celular horas antes de morir y que en una de esas ocasiones le dijo que se iba a suicidar, aunque con posterioridad volvió a comunicarse con él y le dijo que “estaba bien y tenía ganas de vivir”. De todos modos, Roca insistió en que varias veces, mucho antes del suceso, Morena había hablado de “pegarse un tiro en la cabeza”. Por el contrario, Iván Tellnow, ex bailarín de Pinar de Rocha y amigo personal de Morena, y un ex policía que declaró bajo identidad reservada porque asegura haber recibido amenazas de muerte, sostuvieron que la víctima les había dicho que Bellini “estaba loco” de celos y que la quería asesinar.
El testigo Oscar explicó que durante varios años formó parte del staff de seguridad de Pinar de Rocha y que Bellini le asignó la tarea de ser el guardaespaldas personal de Morena. Aunque cuando ocurrió el suceso, en abril de 2008, ya había dejado de trabajar en el lugar, seguía en contacto con Morena. Por eso, horas antes de su muerte, la mujer lo llamó dos veces. La primera vez le dijo que “estaba mal y quería terminar con su vida”, aunque después se comunicó de nuevo para afirmar que “ya estaba bien y que tenía ganas de vivir”. Según Roca, no fue la única vez en que Morena le expresó su intención de suicidarse. “Una vez me mostró una bala calibre 9 milímetros y me dijo que se iba a volar la cabeza.”
Iván Tellnow, que además mantenía una relación de amistad con Bellini, confirmó por su parte que recibió dos mensajes de texto en la madrugada del 21 de marzo de 2008, antes de la muerte de Morena. En uno de ellos, su amiga le decía: “Me separé de Dani (Bellini) porque cree que estoy (saliendo) con vos”. En el segundo afirmaba: “Me quiere matar”, en alusión al hombre que hoy está en el banquillo de los acusados. El testigo sostuvo que le sorprendió ese primer mensaje porque si bien esa noche había bailado con Morena “en forma provocativa”, al mismo tiempo sabía que Bellini no era un hombre celoso.
En respuesta a ese primer mensaje, Tellnow contestó diciendo que le pidiera a Bellini que hablara con él “para aclarar las cosas”. “Me pareció un delirio que me mandara estos mensajes. Jamás en la vida pudieron pensar que tenía algo con Morena”, dijo el testigo.
También declaró otro de los destinatarios de los SMS de Morena en esa misma noche. Un ex policía federal que trabajaba como seguridad en el boliche Sunset, de Olivos, y que era amigo de Morena, declaró bajo identidad reservada. Confirmó que los mensajes decían: “Daniel me quiere matar” y “está loco, tengo miedo”. El ex policía comentó que, cuando se hizo público el tema de los dos SMS recibidos por él, sufrió amenazas a través de un llamado anónimo. Afirmó que todavía siente “miedo”.
El testigo se refirió también al tipo de relación que mantenía con Morena. Comentó que ella le había propuesto que fuera su custodio personal y estimó que la mujer “confundió la relación” que existía entre ambos.
El juró que, para él, siempre se trató sólo de “una amistad”, mientras que ella se le habría “insinuado”.
Fuera del tema central, los fiscales de juicio Adrián Flores y Marcelo Varona Quintian pidieron al tribunal la extracción de testimonios para denunciar a Bellini por evasión impositiva, ya que de la declaración de sus propios empleados surgió que la mayoría trabaja “en negro”. El juicio continuará mañana con la declaración de algunas de las bailarinas de Pinar de Rocha que eran compañeras de Morena en el baile del caño y para el martes está prevista, en La Plata, una nueva pericia en un CPU secuestrado en el boliche de Bellini para determinar si de allí se borraron imágenes de las cámaras de seguridad.
La muerte de Morena Pearson ocurrió la madrugada del 21 de marzo de 2008, después de que Bellini y ella discutieran en Pinar de Rocha. Según admitió el imputado, el motivo de la discusión fue que Bellini la retó porque la vio bailando muy provocativamente con un amigo, también bailarín, en el VIP del boliche y eso le molestó por “una cuestión de imagen”.
Según la versión de Bellini, en la casa donde convivían con la hija de dos años de ambos, ubicada a 100 metros del boliche, sobre la calle Brasil 10 de Villa Sarmiento, partido de Morón, él le dijo que la relación estaba terminada, que se separarían, y volvió a Pinar de Rocha para mantener una reunión con un abogado. Cuando regresó a su casa, encontró a Morena tirada en el vestidor de la habitación sobre un charco de sangre, con un tiro en la cabeza y una pistola debajo de su pierna derecha.
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