Un oficial principal de la Policía Federal que se desempeñaba en un cargo importante dentro de la estructura de la Superintendencia de Drogas Peligrosas fue detenido el martes pasado –se supo recién ayer– en la sede de la dependencia, imputado en una causa en la que se investiga a una banda de narcotraficantes que tenía un negocio dedicado al “delivery” de estupefacientes en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires. Luego de la detención, en el marco de una investigación a cargo del juez federal Norberto Oyarbide, el Ministerio de Seguridad dispuso el pase a disponibilidad del oficial, de apellido Varese, hasta tanto se defina su situación procesal. Hay varias pruebas en contra del policía, entre ellas algunas escuchas telefónicas con “mulas” (personas, por lo general mujeres, dedicadas al transporte de drogas) a las que daba instrucciones acerca de los lugares donde llevar los estupefacientes que después eran vendidos por vía telefónica o por Internet.

La investigación del caso comenzó en noviembre del año pasado, con la detención, en la Aduana de Ezeiza, de una mujer que trabajaba como “mula” para una organización dedicada al narcotráfico. La primera en intervenir fue la Policía de Seguridad Aeronáutica, que en primera instancia dejó lo actuado en manos de la Justicia en lo Penal Económico, que luego se declaró incompetente. De ese modo, el caso pasó al juez Oyarbide.

Desde el comienzo se sabía que era una organización que se dedicaba al servicio de “delivery” de drogas duras en el ámbito de la Capital Federal, a partir de una línea telefónica a la que llamaban numerosos clientes. La sede operativa se encontraba en la calle Corrientes, en la zona céntrica de la ciudad. Por medio de la intervención de algunos teléfonos, se tuvo acceso a las órdenes que recibían, por ese medio, las “mulas” que se encargaban de ingresar la droga al país y luego distribuirla en distintas zonas de la ciudad de Buenos Aires.

Mediante las escuchas telefónicas y las tareas de investigación, se llegó a la conclusión de que uno de los miembros de la organización estaba trabajando en la Superintendencia de Drogas Peligrosas. Las escuchas abrieron la puerta y después se descubrieron mensajes dirigidos a las “mulas”, a través del chat. En algún momento, el policía involucrado dijo que estaba realizando tareas de espionaje “encubiertas” para la DEA, pero las consultas realizadas determinaron que el organismo dependiente del gobierno norteamericano nada sabía acerca de esos supuestos trabajos realizados en el marco de la lucha contra el narcotráfico.

A pesar del hermetismo que rodea a la causa, se supo que Varese está ahora detenido en una dependencia del Servicio Penitenciario Federal. En la investigación a cargo de Oyarbide hay “al menos otros dos detenidos” y se presume que se trata de una organización “importante” que cuenta con un buen número de integrantes.

Ante las pruebas reunidas en contra de Varese, las autoridades del Ministerio de Seguridad resolvieron su inmediato pase a “disponibilidad preventiva” y ahora se está a la espera de una definición de la Justicia sobre su participación en los hechos que se investigan, para resolver en consecuencia. El hecho de que el oficial perteneciera a la estructura de la Superintendencia de Drogas Peligrosas aceleró la toma de decisiones respecto de su situación administrativa, en razón de que su presencia en el servicio activo “compromete el prestigio institucional”, comentó una fuente allegada a la fuerza de seguridad.

Fuentes judiciales dijeron que se mantiene “cierta reserva” en razón de “las características del caso” y ante la sospecha firme de que habría “otras personas involucradas que todavía siguen en libertad”. Lo que se sabe de Varese es que prestaba servicios en el Registro Unico de Información de Narcotráfico, que depende de la Superintendencia de Drogas. El policía ya fue indagado por el juez Norberto Oyarbide y espera, detenido, que se resuelva su situación procesal.

Consultada por Página/12, una fuente vinculada con la investigación negó que el federal arrestado haya tenido algún tipo de vinculación con el narcotraficante colombiano Ignacio Alvarez Meyendorff, acusado en Estados Unidos, quien fue detenido en la Argentina hacia fines de abril. “No, en absoluto”, dijo el vocero en alusión al presunto vínculo entre Varese y Alvarez Meyendorff.