La temperatura baja, el invierno se acerca y los pacientes del Hospital Borda aún no tienen calefacción. Hoy se cumple un mes de que ese centro de salud se quedó sin gas, y durante todo ese tiempo las enfermeras se han visto obligadas a hacer malabares para poder higienizar a los pacientes, calentando jarras de agua en los pocos anafes que pudieron ser conectados a la red eléctrica, cuya precariedad, además, impide instalar termotanques o estufas que funcionen con electricidad. Ante la emergencia, algunos pacientes están siendo trasladados a clínicas privadas. Trabajadores y profesionales nucleados en los distintos gremios convocaron para el lunes próximo a una marcha a la Jefatura de Gobierno para reclamar una solución.

“Pusieron termotanques eléctricos, pero cuando los conectaron, los cables no resistieron. Cada vez estamos peor”, dijo a Página/12 Silvia Panceira, delegada de ATE. “Esta es la consecuencia de no haber hecho los trabajos de mantenimiento”, agregó.

El Hospital Borda está sin gas desde el miércoles 20 de abril, cuando se produjo una rotura en la cámara de MetroGas, sobre la calle Brandsen. Tras la intervención de los bomberos, la empresa distribuidora cortó el servicio, pero cuando se terminaron los trabajos de reparación, no se pudo realizar la reconexión: “Las instalaciones no estaban en condiciones de seguridad, se hicieron numerosas observaciones por pérdidas de gas en distintos sectores del hospital”, dijeron a Página/12 fuentes de la empresa.

Desde que se descubrió el problema, trabaja en el hospital una cuadrilla de una empresa contratista. “Dicen que están cambiando toda la instalación, pero la situación del hospital está cada vez peor”, describió a este diario la diputada Gabriela Alegre (Encuentro Popular para la Victoria), quien, junto a otros miembros de la Comisión de Salud de la Legislatura, concurrió el miércoles al hospital para reunirse con delegados sindicales. También estuvieron María Elena Naddeo (Diálogo por Buenos Aires) y Jorge Selser (Proyecto Sur), quien asistió acompañado por el candidato a jefe de Gobierno de esa fuerza, Fernando Solanas. Ayer concurrió el precandidato por el kirchnerismo, Daniel Filmus.

La Defensoría del Pueblo de la Nación, durante una visita a cargo del adjunto Juan Jesús Minguez, no detectó la presencia de personal de la empresa Idaltec, que estaría realizando las reparaciones de las cañerías de gas, que tienen una extensión de 12 kilómetros. El director del hospital, Ricardo Picasso, les informó a los funcionarios de la Defensoría que “la primera etapa de la obra estará terminada la semana próxima, lo que permitirá restablecer el servicio en dos pabellones, donde hay 270 pacientes”. En cambio admitió que no hay plazos para la segunda etapa, que abarca los pabellones Central y Amable Jones, donde hay más de 300 internados.

El defensor también detectó que “debajo de las instalaciones de la cocina se encuentra anegado el sistema cloacal, y las aguas servidas emanan un olor irrespirable”. “Esa zona presenta un estado de deterioro absoluto y no se advierten trabajos para su reparación”, advirtió. Las comidas son traídas desde el Hospital Moyano, por lo que “las infusiones y los alimentos llegan fríos”, denunció Minguez.

“Desde que asumió Macri tenemos una embestida muy fuerte contra la salud pública. Un rasgo característico de esta gestión es la transferencia de los recursos del Estado a los privados, como se hizo en el Ministerio de De-sarrollo Social de la Ciudad”, afirmó Naddeo, quien preside la comisión de seguimiento del cumplimiento de la ley 448, de Salud Mental de la Ciudad, en la Legislatura. Por su parte, Alegre alertó sobre el traslado de pacientes, ordenado por jueces, a centros privados.

En el encuentro también estuvo el secretario general de ATE Capital, Rodolfo Arrechea, junto a delegados de Sutecba y de la Asociación de Médicos Municipales. Los gremios convocaron para el lunes a las 9.30 a una concentración en Avenida de Mayo y 9 de Julio, para marchar luego al edificio de la Jefatura de Gobierno.

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