SOCIEDAD › EUROPA VERIFICARá LA SEGURIDAD DE SUS REACTORES
Después del accidente nuclear de Japón, la Comisión Europea acordó ayer un programa de control de todas sus centrales para verificar la resistencia a los desastres naturales.
Tras el desastre nuclear iniciado el 11 de marzo en Japón, los países de la Unión Europea llegaron a un acuerdo ayer para verificar la resistencia de las centrales de energía nuclear que se encuentran en territorio de los Estados miembro. Las inspecciones intentarán determinar el tipo de preparación de los centros atómicos ante desastres naturales o riesgos provocados por los hombres, indicaron desde la Comisión Europea y fuentes de las delegaciones diplomáticas. En otro punto, el gobierno de Japón entregará a la Agencia Internacional de Energía Atómica todos los datos disponibles sobre la accidentada central nuclear de Fukushima, según anunció un miembro del gabinete de ese país.
En el compromiso al que arribaron en el Grupo Europeo de Reguladores de Seguridad Nuclear (Ensreg) se marca la diferencia entre la seguridad de las centrales en caso de desastre natural y en situaciones de atentados o sabotajes. De esta manera, se prevén distintos tipos de evaluaciones de seguridad para verificar la resistencia de las centrales ante desastres naturales, como son terremotos o inundaciones, y “las consecuencias de todo tipo de accidente de origen humano o natural”, según apuntó una fuente diplomática. Hoy, el comisario europeo de Energía, Gunther Oettinger, quien aprobó lo decidido, hará el anuncio en una conferencia de prensa en Bruselas para ampliar la información sobre los puntos consensuados entre los gobiernos de Europa.
Un punto central de lo acordado es que los reguladores no se consideran competentes en caso de atentados, por lo cual proponen que se cree “un grupo de trabajo compuesto por expertos de los Estados y representantes de la Comisión”, según se pudo leer en una copia del proyecto de declaración.
Los países de la UE decidieron en marzo pasado imponer controles de resistencia a sus centrales nucleares ante eventuales sismos, tsunamis o atentados, tras el catastrófico accidente en la central japonesa de Fukushima.
Por otra parte, en el marco mundial de adopción de medidas de seguridad frente a catástrofes nucleares, Japón entregará a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) todos los datos disponibles sobre la central nuclear accidentada, según dijo ayer el ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Banri Kaieda. “Vamos a poner a su disposición todas las informaciones que tenemos”, declaró Banri Kaieda, al dirigirse a un equipo internacional de 18 personas que inició una misión de inspección en Japón que durará hasta el 2 de junio.
El equipo, que incluye seis representantes de la AIEA, debe investigar sobre el peor accidente nuclear ocurrido en el mundo desde la catástrofe de Chernobyl, en 1986. El grupo está dirigido por Mike Weightman, jefe de inspectores de instalaciones nucleares en Gran Bretaña, e integrado por representantes de 12 países, entre ellos Estados Unidos, China, Francia, Rusia y Corea del Sur. Después de reunirse con el ministro japonés, el director de la misión manifestó: “Nuestra misión es buscar informaciones para que podamos sacar conclusiones útiles para todos los países con el fin de mejorar la seguridad nuclear”.
En este contexto, la empresa que opera la dañada central de Fukushima reconoció ayer que el combustible derramado por el accidente también se fundió en otros dos reactores, además del número uno, y afirmó que entregará toda la información de la que disponen a la AIEA. “Es muy posible que la fusión también haya ocurrido en los reactores dos y tres”, sostuvo un portavoz de Tokyo Electric Power (Tepco). “La mayor parte del combustible ha caído, probablemente, al fondo (de la vasija de presión), como en el reactor número uno”, precisó el vocero.
La empresa Tepco había dado a entender, sin confirmar, que una fusión se había producido dentro de los reactores dos y tres, pero es la primera vez que se muestra tan afirmativo en este sentido. Los reactores “están siendo sometidos a operaciones de refrigeración y su condición es estable”, intentó minimizar.
El tsunami ocurrido el 11 de marzo pasado por un sismo previo de magnitud nueve dañó gravemente la central nuclear de Fukushima, lo que provocó la desactivación de los circuitos de refrigeración de cuatro de los seis reactores de la planta. Posteriormente se inició el calentamiento de las barras de combustible que generan energía.
Durante varias semanas después de iniciado el desastre nuclear, la empresa, al igual que el gobierno japonés, sólo habían admitido una fusión parcial. Las últimas informaciones que publicaron Tepco y la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, la vasija de presión y el recinto de confinamiento del reactor 1 “estarían dañados y hay escapes”. El estado de las vasijas de los reactores 2 y 3 es “desconocido”, aunque el recinto de confinamiento del 2 “probablemente esté dañado y también haya fugas”.
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