Ayer, mientras cumplían un paro de 24 horas en demanda de incrementos salariales, aumento en la provisión de insumos y mejoras edilicias, los trabajadores del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez anunciaron que se sumarán a la huelga convocada para el 8 de junio por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). El gobierno porteño, por su parte, advirtió que el paro fue “político”.

La medida de fuerza fue cumplida por trabajadores nucleados en la Asociación Médica y la Asociación de Profesionales del hospital, ATE y un sector disidente de la Asociación de Médicos Municipales (AMM). Durante la jornada, los gremios realizaron un plenario y resolvieron que el 8 de junio, fecha en la que ATE llevará adelante un paro en los hospitales porteños en los que tiene representación, también marcharán a la Jefatura de Gobierno.

La Asociación de Profesionales del centro de salud denunció que “de un presupuesto de 1400 millones de pesos para mejorar la salud de los porteños (el jefe de gobierno Mauricio) Macri usó solo 160 millones, el 12 por ciento”. La Asociación también recordó denuncias realizadas durante un paro anterior, concretado el 17 de mayo, durante el cual advirtió que había “abandono del hospital, vaciamiento de servicios, falta de insumos esenciales y el consecuente perjuicio a todos los niños que atendemos”. “Unos 3000 niños están en lista de espera para ser operados, con demoras de dos años y medio o más”, advirtieron.

Ayer, la delegada de ATE, Elisa Castillo, insistió en que precisan “recursos humanos” e “insumos”. “No tenemos enfermeros” y los materiales disponibles “son pésimos y no nos sirven para trabajar”.

Consultado por una radio, el subsecretario de Salud de la Ciudad, Néstor Pérez Baliño, negó que en el Hospital Gutiérrez falten insumos y no haya sido incrementado el personal. Y consideró que la medida de fuerza tuvo un acatamiento “minoritario”.