El cantante de un grupo de rock fue secuestrado y torturado por una banda de delincuentes que lo capturó en el barrio porteño de Villa Soldati y lo retuvo en una villa de Esteban Echeverría. Como entregadora del músico actuó una mujer, que lo engañó haciéndose pasar por promotora de eventos. Los secuestradores querían que el cantante les diera el teléfono de algún músico famoso que conociera para que pagara 100.000 pesos por su rescate, pero al final lo liberaron luego de poco más de seis horas de cautiverio, a cambio de unos pesos que entregó su esposa. Por el hecho fueron detenidas cuatro personas, entre ellas la “entregadora” y un adolescente.

La víctima del secuestro extorsivo es Aníbal Abregú, de 31 años, cantante y guitarrista de la banda Legendarios, quien debió ser hospitalizado, ya que fue brutalmente golpeado, le apagaron cigarrillos en el cuerpo, le tajearon los brazos y casi le mutilaron un dedo. El grado de ensañamiento de la banda con la víctima llamó la atención de los integrantes de la División Antisecuestros de la Policía Federal que intervinieron en el caso, a cargo del fiscal federal porteño Carlos Rívolo.

Abregú fue capturado junto a un amigo cuando a las 20.20 del martes 7 de este mes se encontró en Escalada y Dellepiane con una chica a la que había conocido por intermedio de una amiga, quien se presentó como promotora de eventos y le dijo que podía conseguirle lugares para tocar. La joven llegó al lugar en un Fiat Uno azul y mientras el músico y su amigo conversaban con ella, en la calle, se aproximaron cuatro hombres que los increparon, les dijeron ser “de la brigada de policía” y los golpearon.

“Yo me agarré con uno, le pegué. Ahí me golpean muy fuerte en la cabeza y me meten adentro del auto de la minita con mi amigo”, contó Abregú. Según el músico, dos de los delincuentes estaban armados y se los llevaron a él y a su amigo, mientras otro quedó en la calle con la chica, que supuestamente también era víctima.

La banda condujo el auto hacia el Camino de Cintura, en dirección a Monte Grande, y en el trayecto abandonó ileso al amigo de Abregú. “Me obligaron a quedarme agachado porque sangraba mucho y no querían que me vieran por la ventanilla, me preguntaban por la piba para ver si me había dado cuenta de que ella me había entregado, me pegaban y me decían que querían plata”, contó.

“Yo les decía que no tenía y ellos respondían: ‘No importa, ninguno tiene plata, te vamos a empezar a cortar los dedos hasta que hablés’”, agregó. Al rato de viajar, los delincuentes lo hicieron bajar y caminar. “Me di cuenta de que estaba en una villa porque el piso era de tierra y me chocaba con las paredes”, describió Abregú.

Lo llevaron hasta una casilla en la que había una cama, sobre el cual fue torturado. “Me apagaban cigarrillos en el cuerpo, me preguntaban por gente del rock que pudiera pagar un rescate por mí”, explicó.

Los delincuentes optaron por llamar a su esposa y pedirle dinero. La mujer reunió 500 pesos, una pedalera y una guitarra, que llevó en un remís hasta la zona de Puente 12. Tras esperar cerca de una hora y media, la mujer fue contactada por el “cobrador”. Al principio, los secuestradores no quedaron conformes con la oferta, pero al final lo liberaron.

La policía, alertada por familiares de la mujer, hizo rastreos de llamadas y logró detener a cuatro personas, entre ellas la entregadora.