Tres personas que explotaban un taller clandestino de costura, en Córdoba, fueron detenidas “por el presunto delito de trata de personas”, dado que a los empleados, de nacionalidad peruana, los tentaban a venir al país bajo la promesa de pagarles “un salario y condiciones laborales que luego no cumplían”. Además, los “amenazaban para que no denunciaran la situación”, según la información difundida ayer por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Mediante avisos que se publicaban en los diarios de Perú, se convocaba a los empleados con la promesa de un sueldo de 2500 pesos, pero en realidad se les pagaba 1000.

“El reclutamiento –dijo la AFIP– lo hacían a través de avisos en los diarios del Perú, en donde los empleadores engañaban a los trabajadores prometiéndoles un buen trabajo en la Argentina, con un sueldo de 2500 pesos mensuales.” Cuando los interesados llegaban al país “se encontraban con una realidad totalmente distinta, ya que les pagaban mil pesos mensuales, a los cuales se les descontaba 200 pesos en concepto de alojamiento”. También abusaban de su confianza respecto de la jornada laboral. Les prometían trabajo de 9 a 13 y de 14 a 19, pero luego cumplían un horario que iba de las 9 a las 22.

Los trabajadores ingresaban a la Argentina en forma ilegal y además del horario extendido trabajaban “hacinados en un pequeño local comercial, asimilado a un departamento, sin ventilación y con un anafe en el mismo lugar donde trabajaban y dormían, sin las mínimas condiciones de seguridad e higiene”. En el caso intervino el juzgado federal número dos, a cargo de Alejandro Sánchez Freytes.