Los jóvenes egresados de escuelas técnicas tienen mayor participación en el mercado laboral que sus pares de educación secundaria: el 55 por ciento tuvo éxito a la hora de buscar empleo y un 32 por ciento permanece inactivo (el 13 por ciento restante está buscando trabajo). La media de los egresados es exactamente inversa: sólo el 33 por ciento encontró trabajo, hay un 12 por ciento que todavía no lo encontró y el 55 por ciento está inactivo. A su vez, el 59 por ciento de los técnicos continúa sus estudios, de los cuales uno de cada cuatro estudia y trabaja al mismo tiempo. A poco más de un año de dejar las aulas, apenas un 10 por ciento de los jóvenes técnicos no estudia ni busca trabajo de forma activa. Estos son algunos de los datos provisorios de la Encuesta Nacional de Inserción de Egresados (ENEI) 2011, que se llevó a cabo este año, en el marco del Sistema de Seguimiento de Egresados de la Educación Técnico-Profesional (Segetp). Este estudio prevé volver a encuestar a los egresados de ETP en el 2013, a tres años de dejar la escuela, para analizar qué caminos siguieron los jóvenes.

La ENEI, que involucró a más de diez mil jóvenes, demostró que el 59 por ciento de jóvenes egresados de ETP está cursando estudios, entre los cuales un 35 por ciento se dedica únicamente a la preparación académica. El 70 por ciento de los jóvenes que mantiene los libros cursa carreras universitarias, la mayoría en instituciones estatales. La mayor tendencia a continuar los estudios se da entre los que cursaron nivel secundario en Agropecuaria (67,2 por ciento), seguido por Administración y Química, de acuerdo con el muestreo realizado vía web, en forma telefónica y con visitas domiciliarias. Entre los que hicieron el secundario en Electromecánica, la relación apenas supera el 50 por ciento.

Durante la presentación de los datos, la directora de Educación Técnica del Ministerio de Educación, María Rosa Almandoz, aseguró que “uno de cada dos egresados tiene un trabajo remunerado”. De ellos, el 61 por ciento son hombres. Las mujeres se mantienen alejadas del mercado laboral –ya que no buscan trabajo– en un 42 por ciento; esta cifra desciende a un 28 por ciento cuando se trata de varones. Entre los varones, al 37 por ciento le interesa trabajar más que continuar una carrera y sólo el 30 de ellos se dedica a estudiar. En total, un 31 por ciento de los egresados de ETP únicamente se dedica a desarrollarse en el mercado.

El Censo Nacional de Ultimo Año de Educación Técnico-Profesional (EPT), a 44.443 mil alumnos, arrojó que un tercio de los estudiantes de último año son mujeres y que egresan ocho de cada diez alumnas y siete de cada diez varones (ver aparte). Para el ministro de Educación, Alberto Sileoni, la decisión de seguir una carrera técnica “pareciera que es por una motivación personal más que por herencia o presión familiar” y adjudicó esta decisión a “la mayor cantidad de oportunidades laborales” en el país. Electrónica y Construcción son las orientaciones con mayor matrícula entre los varones, con un 60 por ciento o más en la participación laboral, mientras que Agropecuaria, Administración y Química son las preferidas por las alumnas. En cuanto a su ocupación y a la vinculación con el estudio, el 40 por ciento aseguró que siguen tareas relacionadas con la especialidad estudiada. De acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Educación, la mayoría se desenvuelve en trabajo registrado y calificado, pocos en el ámbito informal.

Hay jóvenes que ingresan al mercado laboral sin abandonar los estudios: el 24 por ciento lleva adelante ambas actividades. “Estos datos prueban que estudiar y trabajar no son dos mundos opuestos en una carrera técnica; el hecho de estudiar no aleja a los estudiantes del mundo del trabajo; son dos actividades compatibles, mucho más que en la secundaria tradicional”, dijo Gustavo Alvarez, coordinador del Segetp. El porcentaje de egresados que trabaja y estudia es semejante entre hombres y mujeres. Sin embargo, hay una proporción más destacada, un 43 por ciento contra un 30, de egresadas que sólo estudian.

Informe: Soledad Arréguez Manozzo.