El túnel aliviador del arroyo Maldonado, inaugurado el jueves, soportará lluvias de 70 milímetros en tres horas en la cuenca. Por encima de esa cantidad, el canal no alcanzará a absorber el agua, pero para el año próximo, con la inauguración del segundo conducto, podrá soportar lluvias de 81 milímetros en tres horas, que tienen una recurrencia cada 10 años, según las estadísticas del Servicio Meteorológico Nacional.

La obra, diseñada durante la gestión de Aníbal Ibarra, comenzó a ejecutarse en julio de 2009. Una tuneladora fue la encargada de hacer el conducto paralelo al entubamiento del Maldonado, desde la costa del Río de la Plata hasta la calle Niceto Vega, en Palermo, donde empalma con el conducto principal. Este aliviador contribuirá a mitigar las inundaciones en los barrios de Palermo y Villa Crespo.

El inaugurado ayer es el túnel aliviador corto, de 4561 metros. El otro, de 9850 metros, que está en construcción, empalmará con el Maldonado a la altura de la calle Cuenca, en el barrio de Villa Santa Rita.

Antes de su inauguración, el nuevo conducto fue sometido a una prueba hidráulica, que permitió determinar que con el nivel del río a 1,25 metro (un nivel superior al habitual) se deriva un 55 por ciento de la capacidad de escurrimiento. El sistema funcionaría, aun con sudestada, encauzando un 30 por ciento de su caudal.

Para la realización de los aliviadores se utilizaron dos tuneladoras de origen canadiense, que tienen 8 metros de diámetro por 105 de largo. Tienen capacidad para avanzar 18 metros por día y sacar 900 metros cúbicos de tierra. El túnel se reviste luego con anillos premoldeados de hormigón armado, llamados dovelas, que se fabrican en el mismo obrador instalado en la Costanera. En la entrada del túnel se abre un pozo de 36 metros de profundidad, que actúa como cámara compensadora. En la obra trabajaron más de 400 operarios y 70 técnicos en tres turnos.

La obra permitirá mitigar los efectos que las lluvias tienen sobre los barrios atravesados por la avenida Juan B. Justo, debajo de la cual corre el Maldonado. Hasta ahora, cuando caían más de 52 milímetros en tres horas –algo que ocurre, en promedio cada dos años–, el arroyo colapsaba y el agua, de vereda a vereda, penetraba en las viviendas, para desgracia de los vecinos.

El nuevo esquema –vale aclarar–, aun con la obra terminada, no alcanza a absorber lluvias como la de enero de 2001 (133 milímetros en dos horas) ni la de febrero de 2010 (90 milímetros en dos horas), aunque las consecuencias, desde luego, no serán tan graves.