Cuatro efectivos de la policía de Santa Fe, incluido un jefe, fueron separados de sus cargos y detenidos, acusados de golpear y exigir el pago de una coima a una persona para que no se la acuse en un homicidio. Según los investigadores, los policías buscaban al autor de un crimen en un barrio humilde de la capital provincial y apresaron a un hombre que tenía una escopeta en su poder, para luego extorsionarlo. Esta persona logró salir de la dependencia policial donde fue sometido, realizó una denuncia y así se logró llegar a que los efectivos sean apartados de la fuerza.

La secuencia se inició el 15 de julio, cuando una brigada de Seguridad Personal de la Policía Regional I, de Santa Fe, allanó una vivienda ubicada en la calle Hermanos Figueroa al 1300, del barrio Yapeyú, al noroeste de la ciudad. Los agentes buscaban a un homicida y en esa tarea detuvieron a un hombre al que le secuestraron una escopeta calibre 36 marca Centauro.

El detenido fue trasladado a la jefatura policial, en donde se manifestó inocente del homicidio en cuestión. A partir de entonces, según denunció, los efectivos le dieron una brutal golpiza y le exigieron el pago de 5000 pesos en efectivo, para que no se lo acuse por el crimen investigado.

Con la excusa de ir a buscar el dinero, el detenido salió de la unidad policial y logró denunciar lo ocurrido ante la Dirección de Asuntos Internos de la Policía. Desde esa dependencia pública, que está bajo la órbita del Ministerio de Seguridad santafesino, se dio reporte al juez de instrucción de la nominación 8º, Jorge Patrizi.

Como parte de la investigación, el magistrado dispuso la intervención de los teléfonos celulares de la víctima así como también los móviles de los efectivos. También, el juez brindó al damnificado un álbum de fotografías del personal de la Regional I para que identifique a sus agresores. Los señalados fueron el jefe de Seguridad Personal de la Unidad Regional I, comisario principal Jorge Schuck; el sargento primero Walter Riviglio y los suboficiales Pablo Sánchez y Javier Domínguez.

Con varias pruebas en su poder, el juez imputó a los cuatro policías por “tentativa de extorsión y severidades”, pero sólo Riviglio y Sánchez fueron detenidos durante algunas horas, aunque ya se encuentran en libertad. Por otra parte, el jefe de la Unidad Regional I de policía, Juan José Mondino, determinó el pase a disponibilidad de los cuatro agentes involucrados en la causa hasta que se defina su situación procesal.