Unos 700 presos de la Unidad Número 9 de La Plata mantienen una huelga de hambre desde el 1º de agosto último, en reclamo de atención médica adecuada. Pertenecen a los seis pabellones destinados a evangélicos en esa cárcel, donde en lo que va del año murieron tres internos por problemas de salud no asistidos. “Hemos visto detenidos con problemas de salud muy graves, enfermos con VIH-sida que no están recibiendo medicación, personas con colostomías. Incluso hay un preso que tiene un fierro atravesado que le está infectando la pierna hace más de dos meses”, relató a este diario Roberto Cipriano, coordinador del Comité contra la Tortura de la Comisión provincial por la Memoria. En noviembre del año pasado, los detenidos presentaron un hábeas corpus colectivo en el que reclamaron al Estado la instalación de un consultorio médico dentro de esa sección. El pedido cayó en el Juzgado de Ejecución Penal Nº 1 de La Plata, a cargo de Claudia Marengo, que falló por los detenidos. Sin embargo, ante la demora en la concreción de una solución en ese sentido –contó Cipriano–, los presos decidieron en mayo pedir una reunión al subsecretario de Política Criminal e Investigaciones Judiciales bonaerense, César Albarracín. En la última carta que le enviaron le habían avisado que de no recibir respuestas iban a comenzar una huelga de hambre.