La confitería Richmond, ubicada en peatonal Florida 468, fue declarada ayer “sitio histórico de la Ciudad de Buenos Aires” por lo que quedará protegida de las pretensiones de sus dueños de instalar una tienda deportiva. “En adelante, cualquier enajenación o cambio tiene que ser autorizado por el Ministerio de Cultura de la ciudad”, señaló ayer a Página/12 el legislador Eduardo Epszteyn. La iniciativa de salvataje a la confitería, abierta en 1917, derivó en una extensa discusión en el recinto por el pedido de los diputados del PRO de pasar el tratamiento del tema para el jueves 25, para tener “más tiempo” para su análisis.

“Pasa que si esperábamos 15 días era probable que nos encontráramos con una tienda deportiva”, dijo Epszteyn, del bloque Diálogo por Buenos Aires. Además, el legislador contó que no hubo certezas ni pruebas sobre la venta del lugar, cuya titularidad sería compartida por 60 accionistas. El objetivo era frenar cualquier cambio y permitir que luego, en futuros tratamientos, se logre conservar el perfil del lugar. Había iniciativas similares de Gabriela Alegre, Juan Cabandié y María José Lubertino.

“No podíamos permitir la pérdida de un bar notable como la Richmond, que forma parte de nuestra identidad y patrimonio social, por la belleza de su arquitectura, de sus instalaciones y porque ha sido desde su nacimiento un espacio cotidiano de escritores, políticos y artistas”, dijo ayer Alegre. El bar fue el epicentro del clan literario conocido como Grupo Florida: Jorge Luis Borges, Oliverio Girondo, Ricardo Güiraldes, Conrado Nalé Roxlo, Leopoldo Marechal y Eduardo González Lanuza.

El texto aprobado declara Patrimonio Cultural de la Ciudad a la confitería “por sus características históricas, arquitectónicas, artísticas y urbanísticas”. Además se colocará una placa de mármol en la fachada en la que se informa que es un Patrimonio Cultural “por su valor simbólico e identitario en la Ciudad”. Por la Ley 2548 no se puede cambiar ni alterar su fachada, “pero esa norma no lo protegía de su cierre y de su posible cambio de rubro”, informó Mónica Capano, secretaria de la Comisión de Preservación del Patrimonio Histórico de la Ciudad.

Esa comisión ratificó que hoy a las 16 se realizará un “abrazo a la Richmond” en la puerta del edificio. “Defender la Richmond no es estar en contra del progreso, es defender nuestra identidad y construir un presente que hable de nosotros”, estimó Epszteyn.