Guillermo Bártoli, cuñado de María Marta García Belsunce, estaba sentado dispuesto a declarar por primera vez por el encubrimiento del crimen de la mujer, cuando los tribunales de San Isidro debieron ser evacuados en medio de un movimiento sísmico. En algunas oficinas se llegaron a levantar las baldosas y cayó mampostería, mientras que los empleados escapaban por las escaleras.

El temblor se sintió a las 11.30 de ayer. Cuarenta y cinco minutos antes, Bártoli ya estaba sentado para hablar. Sin embargo, la Cámara de Apelaciones y Garantías ordenó que se leyeran tres declaraciones indagatorias anteriores. En eso estaban, cuando una secretaria llegó corriendo a la sala, murmuró algo al oído de la presidenta del tribunal, María Elena Márquez, quien comunicó que se debía desalojar el lugar.

En principio, se había acordado con las partes reunirse nuevamente a las 12.30 para decidir si el juicio continuaba o no, pero como el edificio debe ser revisado por arquitectos del Poder Judicial, recién el lunes a la mañana se sabrá si el debate sigue o no.