SOCIEDAD › LIBERARON AL REMISERO Y SU ESPOSA, PERO éL SIGUE VINCULADO CON EL CASO
De los tres detenidos según informó Página/12, dos resultaron excarcelados:el remisero y su esposa. El chofer habría confesado que trasladó a dos de los ya detenidos, desde la Zona Oeste hasta la vivienda de la calle Pringles, de Hurlingham.
Dos liberados en el caso Candela, y siete detenidos en un caso que no tiene nada que ver pese a la insistencia de algunas versiones (ver recuadro), fueron las novedades registradas ayer en los diferentes relatos que rodean el crimen de la niña. Los dos liberados son el remisero José Luis Flores y su esposa, Liliana Cabrera, que habían sido detenidos el lunes por la noche, pero que siguen involucrados en la causa. El tercer detenido (Página/12 fue el único medio que dio la cantidad correcta) seguía a última hora tras las rejas. Según los investigadores, se trata de Alberto Fabián Espíndola, el mismo hombre que estaba demorado bajo custodia en un hospital y que habría intentado fugarse cuando se enteró del allanamiento en la casa de la Zona Oeste.
Según lo revelado por altas fuentes de la investigación, el remisero Flores habría reconocido en sede judicial que realizó el transporte de Bermúdez, Espíndola y otra persona, desde la casa de la Zona Oeste, recientemente allanada, y la vivienda de la calle Kiernan, donde el fiscal supone que estuvo secuestrada Candela desde el 29, durante tres días, hasta que fue asesinada y arrojada al descampado.
En la parrilla de la vivienda allanada el lunes en la Zona Oeste, los investigadores hallaron restos de ropas incineradas. Los pequeños retazos que fueron rescatados no coinciden en color con la ropa que vestía Candela el 22 de agosto, cuando fue secuestrada. En dicha vivienda, según la declaración de un testigo de identidad reservada, habría permanecido secuestrada la niña hasta el domingo 28, después del cual habría sido trasladada hasta la casa de Kiernan.
Ayer, luego de que hubieran declarado, Flores y Cabrera fueron excarcelados. Según aseguró el abogado de la pareja, Alberto Domínguez, “no tienen vinculación con la causa y la detención está relacionada con la tenencia de una pistola que apareció en su casa de Galeno”, en el barrio Roca de William Morris, “en extrañas circunstancias”. Domínguez acusa que les plantaron el arma. Sostuvo que “la pistola apareció en un placard de la casa” luego de que sus clientes “discutieran con los policías” que hacían el allanamiento.
Los investigadores consideran que tienen probada la relación entre Hugo Bermúdez, hasta ahora el único imputado como autor material del crimen de Candela, y la vivienda de la calle Kiernan.
Por otro lado, Alberto Espíndola permanecía ayer detenido. Las sospechas que se mantienen sobre él indican que habría participado en algún papel en la primera parte del secuestro de Candela, hasta el día 28, cuando fue trasladada a la casa salmón de la calle Kiernan. Espíndola se encontraba con Hugo Bermúdez el día en que éste intentó fugar de los bonaerenses por el techo de su casa. Al escapar pisó en falso y quedó herido. Trasladado al hospital, fue mantenido demorado con custodia policial. El lunes, como informó este diario, luego del allanamiento a la casa de la Zona Oeste, Espíndola habría intentado escapar y se trenzó a golpes con el custodia policial. Fue detenido y quedó vinculado con la causa de Candela. Según los investigadores, habría sido trasladado con Bermúdez y otra persona por el remisero Flores, desde la casa de la Zona Oeste hasta la casa de Kiernan.
El fiscal del caso, Marcelo Tavolaro, aguarda los resultados de un análisis de ADN que se hizo sobre todos los involucrados, para verificar sus respectivos patrones genéticos. Con nuevos hisopados bucales y extracciones de sangre, el fiscal quiere estudios complementarios para saber si se encuentran otras pruebas.
Tanto Bermúdez como el carpintero Néstor Altamirano y la depiladora Nelly Gladys Cabrera, propietaria de la vivienda de Kiernan 992, se sometieron al análisis. También el tornero Alfredo Monteros y su hijo, mecánico, y el fletero Gustavo Valenzuela, de 44, vinculados con la camioneta Trafic que también es investigada para establecer si fue utilizada para trasladar el cadáver de Candela. También Espíndola fue incluido en las pruebas de ADN.
Las fuentes cercanas a la investigación rechazaron tajantemente que en el expediente haya alguna evidencia de una supuesta llamada entre la madre de Candela, Carola, y quien tenía cautiva a la chica. El dato fue revelado por el abogado Andrés Rabinovich, quien será citado a declarar por el fiscal Tavolaro. “No hay nada de esa naturaleza en la causa judicial”, aseguraron.
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