Tras los alegatos de los acusados, en medio de llantos, insultos y festejos, ayer fueros condenados a seis años y ocho meses de prisión la modelo colombiana Angie Sanclemente Valencia y su novio marplatense, Nicolás Gualco. La misma pena recibió el tío de Gualco, Daniel Monroy, quien llegó libre al juicio y fue esposado cuando terminó la audiencia en los tribunales de Comodoro Py. Los dos “arrepentidos” del caso, María Noel López Iglesias y Ariel Letizia, recibieron tres años de prisión en suspenso. Letizia fue agredido por la madre de la modelo colombiana quien, junto a los padres de Gualco, lo acusó de “vender droga en Mar del Plata”. También fue condenado a seis años y dos meses el venezolano Gustavo Páez Arneses. Desencajada, la modelo les gritó a los jueces: “Me condenan sólo porque soy colombiana”.

El monto de las penas sorprendió a los imputados y sus familiares, para bien y para mal. El martes pasado la fiscal Sandra Benavente exigió penas más altas para los “arrepentidos” y para los demás acusados un año más bajas, que la ordenada ayer por el Tribunal Oral en los Penal y Económico 3. Ese día, Letizia pidió declarar. Dijo que la modelo daba las órdenes a su novia, López Iglesias, cuando armaban las valijas con los 55 kilos de cocaína detectados en el aeropuerto de Ezeiza. Además, declaró que él y su novia, detenida en la terminal aérea, eran sólo “adictos”.

Ayer, durante los alegatos, el abogado de la modelo colombiana confrontó a Letizia. “Mintió en todo momento para favorecer su situación y no hay por qué dar por ciertos sus dichos ya que es un ‘arrepentido’”, dijo Germán Delgado y negó que su clienta sea el “nexo internacional”, como afirmó la fiscal, de la organización que planeaba enviar cocaína a Europa vía México, mediante “mulas”. Además, pidió que si se la condena, se lo haga por el delito de encubrimiento porque las llamadas telefónicas que la involucran las hizo a pedido de su novio, “por amor”.

“Ella desconocía lo que su novio estaba haciendo, se enteró durante una pelea y lo prueban los mensajes de texto. Si ella se equivocó en hacer una llamada, ya estuvo un año presa”, aseguró Delgado. El destinatario de ese llamado fue el tío de Gualco y la modelo le comunicó: “Allá están muy enojados porque no llegó la moto (por la droga)”. Luego le pidió a Monroy que hablara con Fermín Pérez Moreno, un mexicano sindicado como cabecilla de la banda, quien se tomó el Buque(bus) a Uruguay, el mismo día en que fue arrestada la mula en Ezeiza, el 13 de diciembre de 2009, y sigue prófugo.

El defensor de Gualco admitió que el joven marplatense “merece que le apliquen una pena porque no es inocente, pero no la pedida por la fiscal porque tuvo un rol secundario”. Según Germán Senn, su cliente no consiguió la droga ni tuvo contacto con el prófugo. Delgado también defiende al venezolano Páez Arneces y pidió la absolución, afirmando que acompañó a López Iglesias sin saber lo que transportaba y que estaba con la modelo cuando lo detuvieron solo “para drogarse”. La defensa de Monroy aseguró que le prestaba el celular a su sobrino porque la novia era “muy celosa”. A todos se les confirmó después la acusación de “partícipes necesarios” de contrabando “agravado por tratarse de estupefacientes para su comercialización y por la cantidad de intervinientes”. La sentencia, cuyos fundamentos se conocerán el 9 de noviembre, llegó dos horas y media después de los alegatos. A los condenados se les devolverá el dinero y las pertenencias secuestradas, según establece el fallo, que plantea una serie de inhibiciones para los dos arrepentidos, entre otras, “que se abstengan de ir a locales de esparcimiento nocturno, de consumir drogas y alcohol”.

Entre todos los acusados, uno solo fue absuelto del delito de tráfico: Micaela Sansalone. La joven de 23 años vivía con Ariel Letizia en un departamento del barrio porteño de Palermo. Fue arrestada allí junto al venezolano Páez Arneses y Letizia, el otro “arrepentido”, quien intentó escaparse tirándose del balcón y debió ser internado. En la casa había marihuana y cocaína, pero a Sansalone los jueces Horacio Artabe, Karina Perilli, Luis Alberto Imas la consideraron como consumidora y se le aplicó una pena de un año en suspenso por “tenencia simple” de drogas.

Gualco, quien admitió que su trabajo era “busca chicas lindas” para que trafiquen cocaína, intentó consolar a la modelo tras la lectura del veredicto. A cada rato miraba a sus padres y les envió varios papelitos con mensajes, conmocionados y enfurecidos luego al ver que Letizia salía sonriente de la sala de audiencias. “Porque eres colombiana te condenaron. Este juicio es una farsa, un circo”, gritó Jeanette Valencia, madre de la modelo colombiana. En los pasillos, Gualco pateó a un fotógrafo y escupió a los periodistas.

En la puerta de los tribunales del barrio porteño de Retiro, el abogado de la modelo y de Páez Arneses adelantó que apelará ante la Cámara de Casación. “Entiendo que vine a un juicio en el que la sentencia ya estaba escrita”, señaló Delgado, quien se quejó de que la sentencia fuera leída el mismo día de su alegato: “Yo para hacerlo estuve casi una semana”.

El juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky, que instruyó la causa, consideró que “más allá de los dilemas éticos que se plantean con la figura del arrepentido, en este caso se probó que fue eficiente para detener a la línea media de la organización y seguir hacia arriba en la banda narco. Y es un mensaje a las bandas, que usan a las mulas como carne de cañón. Se rompe el mito de que no podemos llegar más arriba”.

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