Pasaron 12 años del crimen de Nair Mostafá, la nena de 9 años que fue encontrada muerta el 1º de enero de 1990 en Tres Arroyos. Después de muchas idas y vueltas judiciales, el juez correccional José Luis Ares sobreseyó ayer en forma “total y definitiva” a Carmelo Piacquadío, único imputado en la causa. Con esta decisión, puso la causa al borde del cierre por prescripción. Para evitarlo, el abogado de la familia de Nair, Miguel Angel Asad, presentará hoy un escrito ante la Cámara de Apelaciones de Bahía Blanca para que revierta la decisión del magistrado.
“La imputación es por homicidio calificado, que tiene prisión perpetua, porque en el crimen de Nair habrían intervenido dos o más personas según las pericias y le habrían inoculado drogas en vida”, explicó a Página/12 Miguel Angel Asad. El abogado agregó que este delito “prescribe a los 15 años pero el juez pretende resolver esto como si fuera homicidio simple que prescribe tres años antes”.
Nair, que en ese entonces tenía 9 años, había salido de su casa rumbo al club Huracán de Tres Arroyos la última tarde del año 1989. Como no regresaba, su madre pidió ayuda en la comisaría de la ciudad para encontrarla. Los policías no le prestaron atención, ocupados en los festejos de fin de año. Liliana Fuentes recurrió a la radio local y su director –Evaristo Alonso, que fue reiteradamente amenazado y luego murió en circunstancias extrañas– convocó a los vecinos a participar de la búsqueda. Apenas unas horas después de iniciado el nuevo año, encontraron el cadáver de Nair cerca de uno de los paredones de la Escuela número 6. La nena había sido violada y estrangulada.
Los habitantes del pueblo no se quedaron tranquilos: incendiaron vehículos y tiraron piedras frente a la dependencia policial, furiosos por la indiferencia con que tomaron el caso. Las autoridades de la comisaría tuvieron que ser relevadas. El 3 de agosto de 1990 fue detenido Carmelo Piacquadío, un barrendero municipal que padecía problemas mentales.
La mamá de Nair y su abogado nunca creyeron en la culpabilidad de Piacquadío. “Jamás dudamos de su inocencia”, sostuvo Asad y aclaró que la decisión del juez Ares de sobreseerlo “lo único que hace es cerrar la causa y por eso vamos a apelar”. Por el contrario, el magistrado expresó en su resolución que “un demente puede ser autor de un hecho delictivo, aunque en nuestro sistema jurídico no será penalmente responsable y no podrá aplicársele una pena”. El documento agregó que “la acción penal se encuentra a la fecha prescripta respecto de Piacquadío, por lo que corresponde dictar el sobreseimiento”.
Sin embargo, Piacquadío no fue el único que apareció involucrado en el caso. En setiembre de 1990 fue apresado Jorge Meglia, un mecánico dental que había sido acusado de violar y matar a dos nenas en Lanús. Los investigadores observaron similitudes con el caso de Nair, pero finalmente fue exculpado.
A fines del ‘99, la causa se reactivó cuando el juez de Transición de Bahía Blanca, Miguel Adrover, le dio intervención a la División Homicidios de la Policía Bonaerense. A partir de esta investigación, se elaboró una lista de diez sospechosos a los que se les realizaron estudios de ADN. “Cuando el juez Adrover se excusó, se hizo cargo Ares y la causa estaba quieta hasta ahora que decreta el sobreseimiento por la supuesta prescripción de la acción penal”, indicó Asad. Si la Cámara de Apelaciones finalmente revierte esa decisión, Piacquadío deberá enfrentar un juicio oral. Si no, la causa quedará cerrada.