El tremendo triple choque de Once, que dejó dos muertos y, según afirmó el Same, 38 heridos, sigue sumando carambolas. En el Renault Clío que avanzaba a una importante velocidad por Bartolomé Mitre y que se incrustó contra el autobomba que avanzaba por Pueyrredón no viajaban dos personas, sino que eran cinco ocupantes. Más sorprendente aún, la Federal sospecha que los cinco (dos de ellos murieron) conformaban una banda de escruchantes que robaba edificios.

Es que en los restos del vehículo encontraron tres grandes manojos de llaves y paquetes con velas que se utilizan para cubrir las llaves con parafina, tal como los escruchantes las preparan para abrir las cerraduras sin dificultad. Según las fuentes policiales, los cinco serían ciudadanos colombianos.

Los investigadores creen que el grupo se dirigía a buscar a otro integrante de la banda, quien aportaría herramientas y marcaría el lugar para entrar a robar.

“Habitualmente –aseguró una fuente de la investigación–, los que se dedican a robar bajo esta modalidad se movilizan en autos alquilados al que se van subiendo de a uno en distintas paradas.”

Según el investigador, los accidentados son “delincuentes profesionales, trotamundos, no usan armas”.

En base a los elementos hallados en el Clío y otros indicios que se suman a la causa, los tres ocupantes del auto que resultaron heridos permanecían ayer internados con custodia policial a disposición de la jueza de Instrucción Flavia Palmaghini.

Además, los detectives intentaban establecer ayer por la tarde si los cinco hombres tienen relación con algunos de los más de 50 ciudadanos colombianos que fueron apresados durante el 2011 en asaltos a departamentos.

Según las estadísticas de los investigadores, los ladrones apresados en lo que va del año, oriundos de Colombia, fueron arrestados en jurisdicción de las comisarías 3ª, 12ª, 14ª, 16ª, 25ª y 31ª, y a todos ellos se les secuestraron en su poder al momento de sus arrestos varios juegos de llaves recubiertas con parafina, con las cuales entraban a los edificios.

La investigación sobre la supuesta banda se inició el domingo de carambola, cuando el Clío fue arrastrado por un autobomba hasta impactar con el interno 1782 de la línea 188, que se encontraba detenido en el semáforo de Pueyrredón y Mitre, en la mano que tiene dirección hacia el Norte.

A raíz de dicho impacto, el conductor del colectivo se desvaneció y la unidad comenzó a desplazarse en marcha atrás, cruzando Pueyrredón por la vereda de la plaza Once, y luego cruzó Rivadavia y embistió la esquina de la confitería La Perla, donde se encontraba cantidad de gente.

Como consecuencia del triple choque, murieron dos de los ocupantes del Clío y sus tres acompañantes resultaron heridos, al igual que cuatro bomberos que fueron trasladados al Hospital Churruca.

En tanto, Alberto Crescenti, director del Servicio de Atención Médica de Emergencias, informó que del choque del colectivo con el frente del bar un total de 38 personas sufrieron lesiones.

Todos estos heridos fueron trasladados por ambulancias del Same a los hospitales Penna, Durand y Ramos Mejía. Incluso los detenidos, que aún no están en condicones para ser interrogados por la jueza a cargo del caso.