SOCIEDAD
› ESTE AÑO LA VACUNA CONTRA LA GRIPE CUESTA EL DOBLE
Para enfermarse del susto
Justo en la época en que la gripe empieza a hacerse sentir, la vacuna que la previene aumentó a 50 pesos, más del doble de lo que costaba el año pasado. Aseguran que próximamente bajará.
› Por Pedro Lipcovich
“En cuanto a la gripe, sólo hay que esperar unos días para que baje...” “¿La fiebre?” “No: el precio de la vacuna.” Este mal chiste resume las consultas que este diario efectuó a farmacéuticos sobre el desmesurado precio de la vacuna antigripal, que más que duplica el del año pasado. Es un nuevo ejemplo de los extremos a que llega el mercado libre cuando se lo aplica a los medicamentos: la vacuna está cara porque este año su producción viene demorada (cada año se prepara una fórmula nueva, según las cepas de virus en vigor), son pocos los laboratorios que ya la lanzaron y recién se abaratará cuando haya más empresas farmacéuticas en la competencia. Entretanto, la Academia de Pediatría de Estados Unidos sugirió la vacunación para todos los chicos de entre seis y 23 meses de edad y sus cuidadores. Y un sanitarista argentino afirmó que las aseguradoras de riesgos de trabajo (ART) deberían “promover que los patrones desarrollen planes de vacunación contra la gripe para su personal, lo cual les resultaría conveniente en términos de costobeneficio”.
El precio de la vacuna antigripal supera los 50 pesos en farmacias “porque este año está saliendo más tarde: todavía no hubo lanzamiento de todos los laboratorios”, explicó un representante del sector farmacéutico y anticipó: “Esperamos que en los próximos días el precio empiece a bajar: siempre las primeras son caras pero después, por la competencia en el mercado, empiezan a bajar”.
Hasta ahora, quienes tienen asegurada la gratuidad de la vacuna son los mayores de 65 años afiliados al PAMI, gracias a donaciones de 2.500.000 dosis recibidas de Estados Unidos y Holanda. Entre los grupos de riesgo, a quienes los especialistas recomiendan esta inmunización, se incluyen también las personas que sufran asma, enfermedades respiratorias, renales o cardíacas crónicas; los diabéticos, las personas con VIH y las mujeres en el segundo y tercer trimestres del embarazo. Además, desde diciembre de 2002, la Academia de Pediatría de Estados Unidos recomienda vacunar contra la gripe a los niños sanos de entre seis y 23 meses de edad, así como al personal de guarderías y cuidadores de chicos en general. El Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomienda también la vacunación de las personas de entre 50 y 64 años.
Las vacunas tienen una efectividad de entre el 70 y el 90 por ciento, y empiezan a cumplir su efecto a partir de los 10 a 14 días de la inoculación.
Como el virus de la gripe está en permanente mutación, cada año es necesario preparar nuevas vacunas –lo cual demora unos seis meses– a partir de las cepas prevalentes en cada hemisferio. La mutación más letal de la historia fue la que generó la pandemia de 1918, causante de 20 millones de muertos. También hubo pandemias en 1957 y 1968. En noviembre de 2002, los especialistas de la OMS alertaron sobre la probabilidad de una nueva pandemia, que hasta ahora no se produjo.
La gripe o influenza puede diferenciarse del resfrío común en que presenta fiebre durante varios días, dolor de cabeza, dolor muscular intenso, sensación de agotamiento extremo y un remanente de cansancio y debilidad que puede durar más de dos semanas. El sentido de la vacunación se funda en las complicaciones posibles, que van desde las enfermedades causadas directamente por el virus –neumonías, bronquitis, incluso problemas cardíacos– hasta las infecciones bacterianas agregadas –como sinusitis u otitis–; por último, la gripe puede descompensar enfermedades que la persona padezca previamente, como el asma o la insuficiencia cardíaca.
El sanitarista Jorge Lemus, profesor en la UBA, sostuvo que “a pesar de la crisis la vacunación contra la gripe debería ser garantizada por los organismos de cobertura, es decir el Estado, las obras sociales y los privados”. La influenza produce efectos epidemiológicos más graves en las situaciones que los especialistas denominan de “estrés psicosocial”. Entrejunio y agosto de 2002, en Madagascar, una epidemia produjo 27.000 casos, con una mortalidad de 800 personas: según un informe de la OMS, “la mayor parte de las víctimas eran niños mal nutridos o carentes de acceso a la atención médica”, por lo cual esa entidad instó a los gobiernos a “aumentar la escala de sus programas de vacunación para proteger a las personas vulnerables contra esta grave enfermedad”.
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