El paro decretado por el Sindicato de Camioneros a última hora del martes dejó barricadas de bolsas de basura en casi todas las esquinas de Buenos Aires que recién comenzaron a ser recolectadas después de las 21, al cumplirse las 24 horas de la medida. Sin embargo, según coincidieron voceros sindicales y gubernamentales, el conflicto acaba de empezar. La de ayer fue apenas “una primera medida de un plan de lucha al que, si no hay acuerdo, se van a ir sumando otras actividades como el transporte de combustible, alimentos, clearing bancario: todos”, anunció ayer Pablo Moyano, vocal del sindicato que lidera su padre. El reclamo de la Federación Nacional de Camioneros es por un reajuste salarial del 100 por ciento en todas las ramas del sector, y ayer mismo ya se habían sumado al paro los conductores de camiones de caudales.
Sin plan de emergencia preparado, el paro de los recolectores sorprendió al gobierno porteño, que apenas alcanzó a alertar a los vecinos para que no sacaran la basura a la calle anteanoche, cuando la gran mayoría ya había dejado las bolsas en la vereda. Así amanecieron la ciudad y el conurbano bonaerense y así permanecieron durante todo el día, en el que más de un comerciante de Belgrano o Palermo debe haber agradecido que no lloviera.
Aunque tampoco pueden quedarse tranquilos, ya que desde el gremio aseguraron que se va a “repetir y prolongar la huelga, de no tener respuesta”, según anunció ayer Héctor López, vocero del Sindicato de Camioneros, quien amenazó con que el conflicto puede conducir a “un paro por tiempo indeterminado”. Asimismo, aclaró que la medida de la primera jornada no se renovó debido a que “los empresarios no quieren negociar con una huelga en el medio”.
Sin embargo, a pesar de que él mismo anunció la posibilidad de medidas inminentes en otras ramas, López también dejó entrever que hoy no habría novedades y que recién mañana el gremio podría decretar nuevos paros sorpresa en todas las ramas del sindicato.
La Secretaría de Medio Ambiente reconoció que lo sorpresivo de la medida no permitió la implementación de “ningún plan de emergencia para las zonas que están a cargo de empresas privadas”. Y señaló que “sólo se levantó la basura de los hospitales y la correspondiente a la zona de Liniers, Mataderos, Villa Lugano y parte de Villa Soldati, sector cuya recolección habitual está a cargo del municipio”.
En tanto, la medida de los conductores de camiones de caudales fue acompañada de una concentración de los trabajadores frente a las puertas de una de las compañías, ubicada en Villa del Parque, para tratar de impedir que los vehículos fueran conducidos por personal jerárquico.