Julián Ramón, detenido por el crimen de su cuñado Gastón Bustamante, cometido el mes pasado en la localidad bonaerense de Miramar, pidió su libertad por falta de pruebas.

La solicitud la formalizó el abogado Alejandro Borawski ante el fiscal de la causa, Rodolfo Moure, a quien también le requirió suspender la realización del peritaje psicológico que estaba previsto para el lunes próximo por considerar que el imputado no está en condiciones anímicas de someterse al estudio. El fiscal no hizo lugar al pedido de suspensión, aunque el peritaje psicológico no es una medida de pruebas coercitiva, por lo que si Ramón no quiere hacerlo, no se llevará a cabo. Así sucedió el miércoles con el estudio psiquiátrico, al que el acusado se negó a realizar por cuestiones anímicas.

En tanto, el pedido de libertad por “falta de mérito” deberá ser resuelto por la jueza de Garantías marplatense Rosa Frende, quien no tiene plazo para hacerlo.

Sin embargo, fuentes judiciales señalaron que se cree que la magistrada va a esperar hasta el 6 de enero próximo, cuando se le vencen los 30 días de plazo al fiscal Moure para pedir o no la prisión preventiva de Ramón, para no adelantarse a una medida que el instructor podría llegar a pedir.

El fiscal aún aguarda los resultados de distintos peritajes que se llevan a cabo. En primer lugar, Moure ya recibió un adelanto de los estudios de ADN en los que no se halló el perfil genético del acusado ni de ningún tercero a la familia en elementos analizados como la media con la que estrangularon a la víctima, una almohada que estaba en la escena del crimen y el mango de un martillo con el que habrían golpeado al niño.

En la media se halló sólo el ADN de Gastón, en la almohada el de su madre y hermana que eran las que habitualmente utilizaban ese elemento, y en el mango no se encontró ningún tipo de rastro.

En segundo lugar, el fiscal Moure espera el informe del análisis de los dos teléfonos celulares y la computadora personal secuestrados al imputado.