El juez de Garantías de Junín, José Raúl Lucchini, dictó la prisión preventiva de Adalberto Cuello por el homicidio agravado del niño Tomás Damero Santillán, de nueve años, ocurrido en Lincoln el 15 de noviembre pasado. Las pruebas que pesan contra Cuello, ex pareja de la madre de Tomás, son muy sólidas. La principal es que desaparecieron la mochila y el guardapolvo del niño y terminaron encontrándose en el autódromo de Lincoln junto con una pala que, está probado, pertenecía a Cuello. Un informe preliminar indica que con esa herramienta le pegaron los tremendos golpes que mataron a Tomás. Cuello afronta una pena de prisión perpetua porque el juez consideró que actuó con ensañamiento y alevosía porque pegó, pegó y pegó a una criatura indefensa.

La resolución de 40 páginas redactada por el juez convalida una detallada y paciente investigación que realizó el fiscal Javier Ochoaizpuro. En diálogo con este diario, el abogado Carlos Torrens, que representa a Susana, la mamá de Tomás, manifestó su acuerdo con la decisión del magistrado y elogió el trabajo serio tanto del fiscal como del juez. “Los indicios son concluyentes y conforman una sumatoria más que suficiente para la prisión preventiva. Está acreditado el odio de Cuello hacia el niño, el temor que éste le tenía, los seguimientos que le hizo a Tomás y, como reafirmación, la prueba de la pala es categórica”, señaló el letrado. Algunas de las evidencias que tomó en cuenta el juez son las siguientes:

- Cuello dijo que a la hora de la salida de la escuela –cuando Tomás fue interceptado–, estaba con su actual pareja. María Isabel Márquez, una docente de chicos con capacidades diferentes, hundió su coartada. Al principio, trató de respaldar a Cuello, pero después confesó que se sintió coaccionada y contó la verdad: que no estaba con él a la hora en que el chico salió del colegio.

- Declaró un testigo a quien Cuello le pidió que retirara al niño del colegio y se lo entregara en un descampado. Este testigo reveló que no quiso hacerlo.

- Está acreditado que Cuello sostenía que Tomás arruinó su relación con Susana, es decir que le echaba la culpa al niño del fracaso de su vínculo con la mujer. A esto se agrega que Cuello y Susana Santillán tenía un hijo en común y la mujer no aceptaba que él lo viera porque temía que lo robara.

- El campo donde apareció Tomás sin vida era muy conocido por Cuello.

- El hallazgo de la mochila, el guardapolvo y la pala es una prueba demoledora. Se encontraron en el Autódromo, un lugar frecuentado por Cuello, al que le gustaban las carreras. La pala pertenecía al padre del imputado. Un primer informe indica que hay compatibilidad en las lesiones de Tomás y esa herramienta. Y se espera un análisis de ADN.

- En el auto de Cuello no se encontraron rastros de sangre porque habría llevado al chico hasta el descampado, lo mató allí y por lo tanto en ningún momento lo transportó muerto. Sin embargo, hay testigos que lo vieron limpiando el asiento del acompañante.

- También los análisis de los movimientos del celular de Cuello indican que no estaba en su casa como adujo al exponer su coartada.

El juez Lucchini ordenó que Cuello no esté alojado en un pabellón de presos antiguos donde, supone, le aplicarían los códigos carcelarios. Sucede que delitos como la violación o el asesinato de mujeres o niños llevan a tremendas represalias en el mundo de la prisión.

Como es obvio, el abogado de Cuello, Hugo Icazati, apelará la decisión del juez, pero la realidad es que tiene muy pocas chances de revertir la resolución. Cuello va camino a un juicio oral por homicidio agravado y, si en los estudios de ADN aparece alguna evidencia adicional, afronta la pena de reclusión perpetua.

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