SOCIEDAD
› BUSH AUTORIZO LA “APREHENSION” EN CASOS DE NEUMONIA
Marche preso, está enfermo
La decisión de Estados Unidos de forzar una cuarentena a los infectados por la “neumonía atípica” se suma a la de varios países asiáticos que ya establecieron campos de aislamiento.
Desconcertados, sin saber cómo detener la epidemia, los gobiernos de los principales países afectados han comenzado a perseguir y aislar en forma compulsiva a los posibles infectados en un último esfuerzo por frenar la estampida de casos, que ya superan los 2500 en todo el mundo. Así, en su tono marcial característico, George W. Bush firmó ayer por la tarde una orden donde “autoriza la aprehensión o detención de personas para prevenir la introducción y propagación de casos sospechosos de enfermedades contagiosas” en todo el territorio de Estados Unidos, país donde ya se han registrado al menos 100 casos de la enfermedad. En América latina, por su parte, un nuevo posible infectado en Brasil generó alarma en la población y activó los controles en una región ya de por si sensibilizada luego de que el presidente de Guayana quedara en observación tras concluir su viaje por China. Panorama y visiones de un mundo en guerra contra la neumonía atípica.
Internaciones forzosas, campos de aislamiento y redadas policiales para dar con el paradero de los posibles infectados son algunas de las medidas que en estos días están llevando adelante los gobiernos de los principales países afectados con el objetivo de parar la epidemia. El tema ha tomado tanta actualidad que el propio George W. Bush desvió su mirada del Medio Oriente y autorizó a las fuerzas que todavía quedan en su país a obligar a todos los posibles infectados a guardar cuarentena y colaborar con las autoridades sanitarias bajo pena de ser aprehendidos o detenidos. “Si la neumonía atípica se expande entre la población, tendría serias consecuencias para la salud pública”, explica el documento difundido ayer por la Casa Blanca, donde se justifica la adopción de estas medidas.
Similar camino han seguido los gobiernos asiáticos, que recién ahora se han comenzado a dar cuenta del gigantesco enemigo contra el cual se enfrentan. En Japón, por ejemplo, el Ministerio de Sanidad difundió ayer órdenes expresas a los hospitales para que todas las personas con síntomas compatibles con el Síndrome Agudo Respiratorio Severo (SARS) sean forzadas, si no lo aceptan de común acuerdo, a internarse en los centros de salud para tratar sus afecciones.
Paralelamente en Hong Kong, el gobierno formó una brigada especial de policías para dar con el paradero de 113 familias que vivían en el edificio Amoy Gardens, en el que se han detectado casi 300 casos de neumonía atípica, y que huyeron de sus casas por temor al contagio antes de que el gobierno emitiera la orden de trasladarlos a los campos de aislamiento. “Hasta ahora hemos logrado contactar a 55 de esas 113 familias”, comentó el portavoz policial Tang How-Kong, quien pidió a las 58 familias restantes que se presenten en forma voluntaria en el departamento de Salud para poder ayudarlos a combatir una enfermedad que ya ha causado 17 muertos y más de 700 infectados en la ex colonia británica, vecina de la provincia china de Guangdong, donde todo comenzó.
Muy cerca de allí, en Singapur, rápidamente encontraron la veta comercial del asunto y advirtieron que toda persona que quiera visitar el país deberá presentar un documento donde constate que no posee la enfermedad. “Si miente, deberá pagar una multa de 2800 dólares”, explicaron las autoridades.
En Brasil, por su parte, un nuevo posible caso de neumonía atípica se sumó al de la periodista británica Sally Blower, de 42 años, quien llegó al país procedente de Malasia para cubrir el Gran Premio de Fórmula Uno y quedó internada desde el miércoles pasado presa de problemas respiratorios y altas temperaturas. En este caso se trata de un hombre de 48 años, proveniente de Japón y Tailandia, cuya internación provocó una reacción en cadena en todos los países de la región, que inmediatamente reforzaron los controles en los aeropuertos y los pasos fronterizos lindantes con Brasil. Entre estos países se encuentra la República de Guayana, cuyo presidente, Bharrat Jagdeo, está bajo observación médica junto con otros diez miembros de su comitiva luego de regresar de un viaje protocolar por China y presentar algunos síntomas compatibles con la enfermedad.
En la Argentina, el Ministerio de Salud informó que a partir del avance de la enfermedad, la vigilancia y la alerta epidemiológica fueron ampliadas a todos los aeropuertos internacionales del país. Además recomendó a las personas que hayan visitado el Sudeste Asiático o Canadá, especialmente la ciudad de Toronto, con posterioridad al 1º de febrero y que presenten síntomas tales como: tos, fiebre de más de 38ºC y dificultades respiratorias, consultar inmediatamente al médico para descartar cualquier posible contagio.