Al cumplirse ayer un año del vencimiento de la concesión del Zoológico porteño, el Gobierno de la Ciudad anunció, ante una consulta de este diario, que “a fines de febrero se pondrán a la venta los pliegos para una subasta pública para una nueva concesión, por cinco años”. De esa forma, al reducir la duración del contrato, el Ejecutivo elude debatir el tema en la Legislatura. Desde ese espacio, ayer se hicieron oír los reclamos opositores. “El Zoológico tiene que volver a la administración de la ciudad, porque el contrato está vencido, y a partir de allí se debe discutir un proyecto educativo y científico”, dijo a Página/12 el legislador Adrián Camps (Proyecto Sur), quien encabezó una protesta frente a la entrada de ese paseo, en Las Heras y Sarmiento, que incluyó una torta de cumpleaños.

Voceros del Ministerio de Desa-rrollo Económico porteño informaron a este diario que “los pliegos para la nueva concesión están en elaboración y saldrán a la venta a fines de febrero”, por lo que se estima que la subasta se haría en abril. “La base para las ofertas es el actual canon, que es del 7 por ciento de la facturación mensual –explicó la fuente–. El nuevo concesionario será el que haga la mejor oferta, por supuesto, si cumple con las condiciones, que incluyen inversiones en infraestructura”, precisó la fuente. En promedio, los concesionarios del Zoológico de Buenos Aires pagan un canon de 180 mil pesos mensuales, informaron en el ministerio.

El Zoo porteño fue concesionado en febrero de 1991, cuando la ciudad estaba gestionada por el intendente Carlos Grosso y en el país avanzaba la ola privatizadora impulsada por Carlos Menem. Se le adjudicó a un consorcio encabezado por el animador Gerardo Sofovich y luego pasó a manos del grupo inversor mexicano CIE, que finalmente se retiró. La concesión venció el 1º de febrero de 2011. El Ejecutivo lo prorrogó por seis meses, pero luego omitió renovar el trámite, por lo que el contrato hace seis meses que no está vigente.

En ese contexto, el diputado Camps organizó un “recordatorio” del vencimiento de la concesión. Como en todo cumpleaños, hubo invitados: la legisladora María José Lubertino (FpV), la comunera Julieta Costa Díaz y vecinos de Palermo, entre ellos, Pedro Kesselman, autor de un recurso de amparo para que la Justicia intervenga el Zoológico, y Nora Ribaudo, la mamá de Marcela Iglesias, la niña fallecida en el ex Paseo de la Infanta en 1996.

Según Camps, el Gobierno de la Ciudad “viene anunciando desde abril del año pasado que llamará a una nueva licitación, pero no ha hecho nada”. “Finalizado el contrato, el Zoológico debe volver a la administración de la ciudad –sostuvo–. A partir de ahí hay que discutir qué tipo de zoológico queremos. Noso-tros proponemos cambiar el viejo concepto de zoo de la reina Victoria, con animales enjaulados y hacinados, por uno moderno, científico, dedicado a la divulgación de la defensa del medio ambiente, no un shopping como el actual.”