El obispo de La Rioja, Roberto Rodríguez, volvió a convocar al diálogo entre pobladores de Famatina que se oponen a la megaminería y a las autoridades gubernamentales que impulsan el proyecto. Rodríguez sostuvo que es necesario “restablecer la paz social” en la provincia y superar los enfrentamientos. “Es una lástima que un pueblo como el riojano, con tantas potencialidades, se cierre cada uno en un círculo” a favor y en contra de la megaminería. Cuando fue consultado sobre qué opina acerca de la postura de las asambleas ciudadanas, el obispo eludió una definición: “Todos en La Rioja son católicos, son hijos míos en cuanto a Iglesia. No puedo poner a la Iglesia dentro de una posición”.

Agregó que “es necesario saber escuchar”, en un mensaje dirigido a las dos partes. Dijo que de ese acercamiento se podrán sacar “conclusiones de consenso” para buscar una salida. Rodríguez no descartó la posibilidad de actuar como mediador en un proceso en el que, a su criterio, debe definirse “de qué manera se puede lograr el desarrollo provincial”.

Rodríguez precisó que al existir distintas posiciones “es el diálogo político el que va a llevar al bien común de la provincia y en eso se coincide con la Iglesia que también tiene que tratar de lograr el bien común de sus fieles y el bien común del tejido social para llegar verdaderamente a un consenso maduro y a un diálogo de hermandad”.