SOCIEDAD
Ocho muertos en Santa Fe por un micro que volcó
En el micro de CATA iban 48 pasajeros; casi la mitad, extranjeros. Hubo 41 heridos. La empresa adjudicó el accidente al clima y el mal estado de la ruta. La otra hipótesis, que el chofer estaba cansado.
Las malas condiciones climáticas y el cansancio de los conductores habrían sido las causas determinantes del accidente del micro en Santa Fe en el que murieron ocho personas y otras 41 resultaron heridas. El ómnibus había salido anteayer de Mendoza con destino a Buenos Aires y llevaba más de una decena de pasajeros extranjeros que habían cruzado a la Argentina desde Chile. A medio camino tuvo que desviarse y tomó la ruta 33, un recorrido que no es el habitual. El accidente ocurrió allí, a 7 kilómetros de la ciudad santafesina de Rufino, alrededor de las 3 de la madrugada. Según informó ayer la policía, cinco de los pasajeros muertos eran argentinos, entre ellos el chofer del micro, y uno inglés. En tanto, dos de las víctimas aún no habían podido ser identificadas hasta anoche.
“Yo escuché a los compañeros de trabajo contar que los dos choferes debían tener franco ese día, pero que como no tenían gente para trabajar los llamaron en su día de descanso. Así que ésa podría ser también una de las causas principales del vuelco del ómnibus. No sé si el conductor se durmió o no, pero los compañeros comentaban que debía estar cansado”, explicó a Página/12 Marcelo Sansiovich, jefe del Cuerpo Activo del Cuartel de Bomberos de Rufino, que trabajó durante la madrugada en el rescate de los heridos. Sansiovich también comentó que “el chofer, además, estaría cansado porque venía manejando desde Mendoza desde hacía muchas horas, por lo que estaría aún más cansado”.
Por su parte, la empresa mendocina a la que pertenecía el micro accidentado, CATA Internacional, emitió ayer un comunicado en el que señaló el tiempo y el mal estado de la ruta como causantes del accidente,
sin mencionar o responder a la presunta falta de descanso de sus choferes remarcada por otros empleados de la compañía. “Las condiciones climáticas determinadas por los fuertes vientos y lluvias persistentes, sumado al deficiente estado de la Ruta Nacional 33, debido entre otras circunstancias a la falta de banquinas idóneas para el tránsito de servicios públicos, han resultado determinantes para el desencadenamiento del accidente”, aseguró el comunicado.
El interno 47 de CATA había salido de Mendoza el jueves a las 18.30 con destino a la terminal de Retiro. Viajó por la Ruta 7 hasta la altura de la localidad santafesina de Aron Castellano, donde desde hace cinco años una inundación formó una laguna y la ruta quedó definitivamente cortada. Entonces se habilitó un camino de tierra alternativo que queda clausurado cada vez que llueve. Con la lluvia, el trayecto se hizo intransitable y el conductor del micro de CATA tomó la ruta 33 hacia Venado Tuerto, para luego seguir a Buenos Aires. Allí, a unos 7 kilómetros de Rufino, “el colectivo se salió de la ruta, no se sabe por qué causa, fue por la banquina unos 40 metros, chocó unas plantas y volcó. Eran entre las 2.30 y las 3 de la mañana”, explicó Sansiovich, uno de los primeros en llegar al lugar junto con el cuerpo de bomberos.
Además, señaló que casi todos los pasajeros presentaban heridas, en su mayoría fracturas y traumatismos. Casi todos los heridos fueron internados en clínicas de Rufino y algunos trasladados a Venado Tuerto, de los que varios permanecen internados en terapia intensiva, entre ellos dos jóvenes estadounidenses que serían los casos de mayor gravedad.
Hasta anoche habían sido identificadas seis de las ocho víctimas. Según confirmaron autoridades del Hospital de Rufino, en el accidente murió el chofer del ómnibus, Juan Carlos Camargo, de 45 años. En tanto, entre los diez heridos trasladados a la Clínica Santa Fe, también en Rufino, estaban el guarda del ómnibus, José Rubén López, de 46 años, y la azafata Andrea Amaya, de 27, ninguno con lesiones de gravedad.
Otras tres de las víctimas también eran mendocinos. Nivaldo Andrés Azoca, de 27 años; Josefa Elvira Vives, de 59 y Marcelo Romero, de 34. Mientras que la joven de 23 años fallecida fue identificada como Jesica Ivana Villamil, oriunda de la localidad bonaerense de Junín. También se supo que el pasajero inglés muerto se llamaba Alexander David Shaverin,tenía 49 años y era oriundo de Londres. El hombre viajaba con otros dos ingleses que quedaron internados.
En las últimas horas de ayer, cuatro de los heridos asistidos en la Clínica Santa Fe continuaban internados en terapia intensiva, con pronóstico reservado y otros cuatro, en igual condición, eran asistidas en el Sanatorio Modelo de Venado Tuerto. En el Hospital de Urgencia de Rufino se informó que fueron asistidos 34 pasajeros, entre ellos una beba de 3 meses y un bebé peruano de once meses.
En el micro, de dos pisos, viajaban 48 pasajeros. Casi la mitad extranjeros, entre ellos chilenos, ingleses, estadounidenses y peruanos. La cantidad de heridos fue tan alta que sobrepasó la infraestructura de los hospitales, clínicas y sanatorios de la zona y las autoridades debieron convocar, de urgencia, a médicos y auxiliares que se encontraban de franco.
En tanto, familiares de los pasajeros acudieron a las oficinas de Retiro y Mendoza de la empresa CATA para conseguir mayor información sobre las víctimas. Por la tarde, la compañía dispuso dos vehículos para que pudieran trasladarse hasta Rufino, uno desde la capital mendocina y otro desde Buenos Aires.