Aunque algunos tuvieron que esperar más de una decena de horas, los pasajeros de LAPA pudieron viajar finalmente en minivacaciones de Semana Santa. La reprogramación de vuelos dispuesta el jueves por el gobierno nacional para cumplir con el cronograma del fin de semana funcionó desde la mañana de ayer, aunque no sin demoras, y tranquilizó los ánimos de los pasajeros, aunque después de tanta espera algunos prefirieron posponer el viaje para otro fin de semana y volver a sus casas. En tanto, la solución momentánea no alcanzó a los empleados de la empresa, que temen el quiebre o cierre de la compañía y anteayer resolvieron montar un campamento obrero en el Aeroparque Metropolitano como inicio de un plan de lucha. Ahora, los trabajadores esperan que llegue el lunes, día en que directivos de LAPA se reunirán con el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, para resolver el futuro de la aerolínea.