Osvaldo Martínez, acusado por el cuádruple crimen de La Plata y apodado el Karateca por sus conocimientos de artes marciales, seguirá detenido por los asesinatos de las mujeres, porque la Cámara Penal platense rechazó un hábeas corpus interpuesto en su favor. La resolución de la Sala III de la Cámara fue no hacer lugar al recurso presentado por el abogado Julio Beley para que cese la detención dictada contra Martínez por el juez de Garantías, Guillermo Atencio.

La decisión fue adoptada con el voto positivo de los jueces Alejandro Gustavo Villordo y María Silvia Oyhamburu, mientras que Carlos Silva Acevedo no votó ante la mayoría impuesta.

Villordo fundamentó su decisión en que “hay nuevos elementos incorporados en la investigación, los cuales lejos de beneficiar la situación procesal de Osvaldo Martínez lo incriminan aún más” en el cuádruple crimen cometido el 27 de noviembre del año pasado, y en los que resultaron asesinadas las mujeres, una de ellas ex novia del acusado.

El juez Villordo, así, se refirió a los dichos del albañil Javier Quiroga, quien responsabilizó por los asesinatos a Martínez luego de ser detenido la semana pasada, porque se había confirmado la correspondencia de su perfil genético con las muestras de ADN recolectadas en el lugar del múltiple femicidio. En el fallo, Villordo puso en duda la coartada de Martínez, quien había afirmado que entre la noche del 26 de noviembre y la mañana del día del crimen se encontraba en su vivienda.

Para ello, el juez presentó el resultado del allanamiento realizado en las oficinas de una empresa de telefonía celular “que da cuenta que el mensaje remitido por Osvaldo Martínez –a su novia– a la 1.25 del día del hecho, fue captado por una antena que no se corresponde con el lugar (en el) que él mismo dijo haber estado” a la hora de enviar el mensaje.

Además, sostiene que los llamados que Martínez recibió de su hermano durante la mañana del 27 de noviembre fueron recibidos fuera de su domicilio, de acuerdo con el estudio del sistema VAIC (Vínculo por Análisis Informático de las Comunicaciones). Martínez sostenía que los había recibido en su hogar.

Villordo calificó al imputado, “como una persona celosa y posesiva, respecto a una de las víctimas –su novia Bárbara Santos– a quien abrumaba con su desconfianza y control permanente”.