“Querían plata, pero plata grande”, atinó a explicar Fabio de Castro, hasta el martes 8, piloto de Aerolíneas Argentinas, y ahora, además, ex secuestrado express. Una banda lo encerró la noche del martes de la semana pasada en Ramos Mejía, robaron en su casa, lo mantuvieron cautivo cuatro horas y lo terminaron liberando cerca de una villa de José León Suárez, después de que su hermano pagara un rescate de 20 mil pesos.

Según aseguraron fuentes policiales y judiciales, se realizaron cuatro detenciones. Los investigadores creen que conforman una banda de entre 15 y 20 delincuentes que desde abril pasado tenían a la zona oeste con los pelos de punta. Les achacan al menos cinco secuestros express, entre ellos el de la ex esposa del secretario administrativo del Senado, Juan Zabaleta. Claro que en estas situaciones nunca se puede asegurar que las sospechas sean correctas ni que la información trasladada a la prensa sea verídica.

“Cuando se subieron a mi auto me dijeron que se trataba de un secuestro y que me iban a tener una semana. Enseguida empezaron a pegarme culatazos y trompadas. Querían plata, pero plata grande”, aseguró De Castro, de 38 años, ayer por la mañana a la prensa. El secuestro tuvo lugar cuando De Castro salía de la casa de sus padres, en la calle Cardozo y José Mármol, de Ramos Mejía, en su Peugeot 207. Según su propio relato, apenas había avanzado una cuadra cuando le cruzaron un auto. “Era un vehículo oscuro con cinco delincuentes, me bajaron del mío y me tiraron en el asiento trasero del otro. Tres de los ladrones se subieron a mi auto y se fueron”, recordó De Castro.

“Me entraron a dar en la cara para asustarme. Querían plata, yo les di lo que tenía encima, pero querían plata grande. Mientras tanto, me preguntaban de dónde venía. Les dije que venía de lo de mis padres, pero que ellos habían salido al bingo.” Entre creerle e ir a lo concreto, los delincuentes eligieron llevar al piloto a su propia casa, en Oro al 1300, también de Ramos Mejía.

Revolvieron todo y no conformes con lo que obtuvieron, decidieron seguir martirizando al pobre piloto y lo volvieron a subir en un auto. Mientras lo mantenían cautivo y lo golpeaban, De Castro fue obligado a llamar a su hermano, a quien le pidió que reuniera 20 mil pesos de rescate porque lo tenían secuestrado. Cuatro horas después, el hermano de la víctima pagaba la suma exigida en la zona norte, cerca de una villa. “Ellos se manejaban dentro de la zona muy bien. Querían plata básicamente grande, cajeros. No lo que uno puede tener guardado en una casa”, explicó en declaraciones periodísticas. Tras la liberación, el hombre tuvo que ser asistido en un hospital y fue dado de alta unas horas después tras las curaciones.

Hasta ayer, los investigadores de la DDI de Morón habían realizado una serie de allanamientos en zona norte y oeste y detuvieron a ocho personas supuestamente vinculadas con el secuestro.

“Yo creo que el robo fue un robo al voleo y, bueno, esta vez me tocó a mí. En la zona de Ramos Mejía, por lo menos hubo cinco casos parecidos”, agregó De Castro.

Los investigadores analizaban además las cámaras de seguridad del municipio para intentar observar las imágenes del momento del asalto. Y en cierto aspecto llegaron a contrastar la posible inutilidad de las mismas: determinaron que en la esquina donde comenzó el secuestro la cámara enfocaba para otro lado. La sospecha es que los delincuentes corrieron el ángulo de enfoque para evitar ser grabados. Versión que, de todas maneras, deberán cotejar con aquella otra que señala que se trató de un secuestro al voleo. Nadie anda dando vueltas las cámaras al voleo.

El hecho es investigado por la comisaría de Ramos Mejía y la DDI de La Matanza y de Morón, bajo las órdenes del fiscal federal de Morón Sebastián Basso. Una fuente judicial que participa de la investigación informó que el fiscal Basso está convencido de que se trata de una misma banda “con distintas células que van rotando” e integrada “por entre quince y veinte delincuentes”, la que cometió los últimos cinco secuestros extorsivos en la que tuvo que actuar la Fiscalía Federal de Morón.