Un ex director de Seguridad del municipio de Pinamar fue detenido ayer imputado por el crimen de la psicóloga María Marta Landívar, asesinada en su casa de esa ciudad balnearia el sábado pasado. El sospechoso fue identificado como Fernando Daniel Miner, quien fue detenido cerca de las 17 en su domicilio luego de que el fiscal Diego Bensi reuniera pruebas que lo sindican como autor del homicidio. Una fuente del caso explicó que Miner “había mantenido una relación sentimental con la psicóloga hace un tiempo y aparentemente quería volver, pero ella se negaba”, razón por la cual habrían discutido el sábado de la semana pasada.

En el marco de la causa, anoche se realizaban allanamientos en busca de pruebas en la casa del imputado, en un local de computación y en un boliche en el que el ex funcionario tendría participación accionaria. Los investigadores secuestraron droga y varias armas que ahora serán peritadas, ya que en la escena del crimen se halló una vaina calibre 22.

Miner asumió el cargo de director de Seguridad de la Municipalidad de Pinamar en 2008, designado por el entonces intendente Roberto Porreti, quien luego fue destituido acusado de corrupción, y renunció el 16 de julio de 2009 bajo la gestión de Rafael De Vito.

El crimen de la psicóloga fue descubierto el domingo pasado en un dúplex situado en avenida Del Valle Fértil y De los Langostinos, en el barrio Golf Chico de Pinamar, donde Landívar (37) vivía sola. El hallazgo se produjo luego de que una amiga de la terapeuta fuera a buscarla al no tener noticias de ella desde el día anterior, cuando habían pautado con un grupo de amigas que irían a cenar a un restaurante de Valeria del Mar, adonde la víctima nunca llegó.

La amiga se asomó por una ventana de la casa y vio a Landívar tirada en el living de la planta baja, sobre un charco de sangre. Según los forenses, la psicóloga fue asesinada la tarde–noche del sábado 19, al recibir un balazo que le atravesó una mano –en lo que se cree fue un movimiento instintivo para cubrirse– e ingresó por la clavícula derecha. El proyectil hizo un recorrido de diez centímetros y afectó la arteria aorta, lo que le provocó la muerte en el acto.

Los investigadores no advirtieron desorden ni faltantes de dinero u objetos de valor, por lo que enseguida descartaron el móvil del robo.