A partir de hoy a las 20, en una vieja casona de San Telmo, funcionará un nuevo centro cultural. Se llama Los Chisperos, en homenaje a los agitadores que, en los días previos al 25 de mayo de 1810, se ocuparon de encender el fuego de la emancipación. “Está pensado además como un lugar para el debate, abierto a todos los espacios políticos, a gente de todas las edades que coinciden con la idea de recuperar la ciudad, sus valores igualitarios”, explicó Gabriela Cerruti, diputada por Nuevo Encuentro, impulsora del proyecto.

En efecto, el lugar pretende convertirse en un punto de encuentro para cafés políticos, históricos y filosóficos, pero además, en un escenario para la actuación de bandas y espectáculos musicales, funciones de teatro y stand up. Para hoy, allí está prevista la “ceremonia de iniciación”, con un grupo de artistas invitados, entre ellos, Virginia Inoccenti, Rita Cortese, Gustavo Garzón, Federico Luppi, Juan “Tata” Cedrón, entre otros.

Los Chisperos está ubicado en la antigua casona de Carlos Calvo 240. Las características de la casona son típicas de una construcción colonial: tejas españolas, la puerta maciza con cuarterones y las ventanas con guardapolvos de arco y rejas de perfil cuadrado, con planchuelas horizontales. Se estima que fue construida en la última década del siglo XVII. Según referencias de la época, fue “lugar ocasional de residencia del virrey Sobremonte”.

El nombre del local recuerda al grupo que en los albores de mayo lideraban Domingo French y Antonio Beruti, que antes de repartir las insignias que distinguían a los patriotas, fueron los agitadores del movimiento que desembocó en la caída del virrey. “Eran los chisperos de los arrabales –según las palabras de Paul Groussac– que actuaban en las calles que rodean a la casona y representaban las posiciones democráticas, republicanas y revolucionarias”, recuerda la legisladora.

Aunque sin extrapolar aquellas jornadas a la actualidad, el emprendimiento apunta a “recuperar los lugares donde se discute política”.

“No nos da vergüenza decir que hacemos la revolución en los cafés”, apuntó Cerruti.