El papa Benedicto XVI aceptó la renuncia de Fernando María Bargalló, el obispo de Merlo-Moreno del que se difundieron fotos que lo retrataron con una mujer en una playa mexicana. La oficina de prensa del Vaticano precisó que la renuncia fue aceptada en los términos del Derecho Canónico que habilitan el alejamiento de los religiosos alegando “enfermedad o causa grave”. La Conferencia Episcopal Argentina no hizo más comentarios que dar a conocer la novedad a través de su agencia de noticias, AICA. Provisoriamente, el obispo emérito de San Isidro Jorge Casaretto, se desempeñará como administrador apostólico.

La renuncia de Bargalló quedó encuadrada en el artículo 401, coma 2, del Derecho Canónico, según el cual un religioso puede alejarse “por enfermedad o causa grave”. El ahora ex obispo la había presentado el lunes al nuncio apostólico Emil Tscherrig para “evitar un escándalo mayor” tras la aparición de las fotos y el reconocimiento, de su parte, de que testimoniaban una relación amorosa.

En reemplazo provisorio de Bargalló, el Papa designó a Alcides Jorge Pedro Casaretto, de 75 años y obispo emérito (a causa de su edad) de San Isidro, nombrado “administrador apostólico ad nutum Sanctae Sedis”. La expresión “ad nutum Sanctae Sedis” indica que permanecerá en el cargo de administrador apostólico hasta tanto la Santa Sede designe al nuevo obispo diocesano.

Aun cuando el texto del Derecho Canónico en el cual se enmarcó la renuncia de Bargalló no lo refiere explícitamente, fuentes eclesiásticas explicaron que ese artículo suele usarse cuando el motivo es una “conducta privada reñida con la función pastoral”.

El episodio se había desatado el martes de la semana pasada, cuando el canal de cable América 24 difundió imágenes de Bargalló en traje de baño y abrazando a una mujer dentro del mar. Inicialmente, el ahora ex obispo negó que se tratara de una situación amorosa y definió a la mujer como “una amiga de la infancia”. Sin embargo, luego concedió que se trataba de evidencias de un romance que habían mantenido.