SOCIEDAD
El fiscal Molina Pico pidió prisión preventiva para el viudo Carrascosa
En un escrito de quince fojas, el fiscal del caso García Belsunce se dedicó a demoler la defensa del viudo de María Marta y a señalar las contradicciones que lo incriminan.
› Por Horacio Cecchi
Como ya se prenunciaba, el fiscal Diego Molina Pico elevó el pedido de prisión preventiva sobre Carlos Carrascosa, acusado del homicidio de su esposa, María Marta García Belsunce. En su fundamentación de 15 fojas tuvo en cuenta los testimonios que desmoronaron la coartada del viudo (haber visto el partido River-Boca en la casa de los Bártoli), las declaraciones del médico Santiago Biassi, las controvertidas maniobras de los familiares de María Marta apenas conocido su deceso, también que fue Carrascosa el primero en instalar la teoría del accidente y, por último, algún párrafo del último informe pericial que indica la presencia de algún componente que podría derivar de un pegamento. Ahora, el juez Diego Barroetaveña deberá aceptar el pedido o rechazarlo. Si lo hace, Carrascosa quedará detenido hasta el juicio oral. En caso contrario, el célebre viudo quedaría automáticamente en libertad. El caso, sin embargo, es endemoniadamente confuso. Las pericias que desataron sospechas sobre el preparado del cadáver fueron puestas en duda por la defensa: los abogados de Carrascosa sostienen que el contenido de las muestras puede haber sido truchado.
El juez Barroetaveña dispone de cinco días corridos para decidir sobre la suerte de Carrascosa. Y su resolución está lejos de ser previsible. No sólo porque las pruebas reunidas contra Carrascosa ofrecen tanta contundencia como flancos débiles, sino porque fue el propio Barroetaveña quien al aceptar el pedido de detención del acusado, a comienzos de abril, indicó en su resolución a Molina Pico que debía profundizar la investigación tanto sobre Carrascosa como sobre otras hipótesis. En pocas palabras, que esas pruebas contra el viudo no serían suficientes en el futuro, y que debía investigar en la misma medida a Nicolás Pachelo y a otras líneas más que no tienen tanta carga probatoria. Ahora, con el pedido de preventiva en sus manos, Barroetaveña analiza si el fiscal cumplió esa indicación.
Respecto a la situación de Carrascosa, hasta la semana pasada no habían ocurrido modificaciones sustanciales. Todo se había desarrollado en torno a la credibilidad de los tres primeros testigos que desmoronaron la coartada de Carrascosa, Alba Benítez (concesionaria del restaurante del club house), Gustavo Obendorfer (mozo) y Catalina Vargas (mucama de los Bártoli). Así, se sumaron nuevos testimonios, uno que sostenía los argumentos contra Carrascosa y cinco que los discutían. Pero la semana pasada, una nueva declaración del ex médico de Emernort, Santiago Biassi (el segundo médico que acudió al llamado de urgencia), aumentó las sospechas sobre la actuación familiar en torno al encubrimiento. Y el jueves se conoció el informe de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense con la participación de peritos de la Universidad Nacional de La Plata.
En ese informe se estableció que aparecían restos de un elemento que podría derivar de un pegamento. El informe no fue tan tajante como se señaló en un principio. Según manifestaron fuentes de la Universidad de La Plata a Página/12, sobre cinco muestras de piel, en una surgió la evidencia de un polímero (ciano) que en forma compuesta con acrilato es utilizado en el pegamento conocido como La Gotita. El acrilato no fue hallado, por lo que los peritos recomendaron profundizar la búsqueda, aunque estimaron como posible que el elemento correspondiera a un pegamento. Los peritos de parte señalaron que los frascos que contenían las muestras no se encontraban sellados. El viernes, los abogados de Carrascosa presentaron una denuncia ante el fiscal de Pilar, Eduardo Vaiani, para que investigara la posible comisión de un delito.
En su pedido de prisión preventiva contra Carrascosa, Molina Pico además agregó 35 fotos digitalizadas, tomadas de la grabación de la autopsia realizada al cadáver de María Marta. Según fuentes judiciales, en esas imágenes se observa que la toalla que envolvía la cabeza de la víctima, a modo de almohada, estaba pegada del lado izquierdo.
A estas pruebas, el fiscal sumó todos los extraños e inexplicables movimientos de la familia y amigos directos realizados inmediatamente después de conocida la muerte, incluyendo la teoría del grifo asesino, instalada por el viudo, el cónclave del pituto, su desaparición, y el pedido de que no interfiriera la policía. Ahora, Barroetaveña dispondrá de cinco días corridos para determinar si corresponde o no aceptar el pedido del fiscal. Si decide aceptar la preventiva, Carrascosa permanecerá en prisión hasta que el caso llegue a juicio oral. La medida podrá ser apelada por la defensa, pero el viudo aguardará la resolución de Cámara preso. Si decide rechazar el pedido, Carrascosa quedará en la calle. Molina Pico podrá apelar, pero hasta tanto no se resuelva la situación, el viudo no variará su condición: llegará al juicio con las muñecas libres.
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